sábado, 10 de marzo de 2018

Su hijo puede domar el monstruo de la televisión






Antes de iniciar la labor de cambiar el mundo,
da tres vueltas por tu propia casa.
Proverbio chino

Su hijo puede domar
el monstruo de la televisión

   Usted y yo conocemos las estadísticas.  Un estudio que leí decía que cuando el niño norteamericano termina la escuela secundaria, ya ha pasado unas 15.000 horas delante del televisor.  Eso es más tiempo que el que pasa en cualquier cosa, menos dormir.  Durante esas 15.000 horas ha sido expuesto a 350.000 anuncios comerciales y ha presenciado unos 18.000 asesinatos.

   La televisión es posiblemente la fuerza más persuasiva de nuestra sociedad.  Nada pide con más urgencia el uso del discernimiento que esos momentos que usted gasta junto al televisor.  De acuerdo a la dependencia que tenga y del tiempo gastado en ella, la televisión puede tener un efecto tanto negativo como positivo en su hijo.

   En el lado negativo, la mucha televisión, o la televisión que no es supervisada por los padres, puede ser peligrosa y dañina.

1.   Puede influenciar al niño a querer y comprar cosas que no son buenas para él o para ella, o cosas que no necesita.

2.   Puede convertirse en un escape de la realidad.

3.   Puede convertirse en el sustituto para la compañía o para el juego activo.  Siendo tropiezo a la creatividad y al crecimiento personal.

4.   Puede causar que algunos niños se vuelvan agresivos y a veces violentos.  (Sobre todo con series donde se ve mucho el maltrato físico como parte del “chiste”)

5.   Puede dar al niño un punto irreal del mundo.

   Sin embargo, cuando se usa debidamente, la televisión puede ser beneficiosa:

1.   Puede unir a la familia.

2.   Puede estimular un tema de conversación entre la familia.

3.   Puede en ocasiones permitirle al niño relajarse y tranquilizarse.

4.   Puede proveer un entretenimiento sano.

5.   Puede exponer al niño a nuevas fuentes de información, nuevas ideas y nuevas perspectivas.

6.   Puede ampliar la percepción que el niño tiene del mundo.

   Es importante que usted como padre se haga las siguientes preguntas:

1.   ¿Qué tiempo debo permitirle a mi hijo ver televisión?
2.   ¿Qué tipo de propagandas o publicidad deben evitarse?.
3.   ¿Cómo inculcar al niño discernimiento acerca de los programas que ve?.

   Las opiniones pueden variar respecto a esto; pero en lo particular tomo en cuenta algunos principios, para mí no es tan sencillo porque a veces la T.V me ayuda a tener a mis chicos distraídos para poder por ejemplo cocinar o realizar algún trabajo, pero cuando leí algunas cosas sobre la influencia de la tele tuve que tomar en cuenta algunas consideraciones:

-        Para la mente de un niño no es saludable ver televisión por más de 3 horas diarias.  La observación es una actividad pasiva.
-        ¿La televisión es el centro de la vida en su hogar? ¿Sustituye ésta el tiempo de juego, de lectura, de descanso, de juegos para su hijo?.

   Haga un recuento de las horas de televisión de su familia. Realice una gráfica con espacios preparados para cada hora del día por una semana, para llenarlos con el nombre de los programas que vieron.  Quedará sorprendido de cuánta tele pueden llegar a ver sus hijos. Analice el tipo de programa que están viendo.

   Trate este experimento familiar. Acuerden guardar el tele, y entonces prepare actividades familiares para las noches, busque libros, invierta tiempo en crear y realizar juegos para sus hijos, vayan a caminatas o “expediciones” por el vecindario, planten un jardín o una plantita, pinten una habitación, haga cualquier otra cosa que sea productiva y divertida. Los primeros de abstención serán muy difíciles, pero pronto se sorprenderá de los resultados, y en ese tiempo que ustedes se abstengan de la tele verá mas objetivamente qué tiempo ustedes como familia realmente necesitan para ver tele.

   La agonía mental de un niño viene no tanto de los programas sino de la publicidad, los anuncios comerciales tienen un contenido de violencia expuesta, y de la forma irreal en que presentan la vida cotidiana.  Para contrarestar esto creo es preciso que padres e hijos vean los programas juntos y puedan discutir los engaños e inconsistencias que observan.

1.   Analicen los valores planteados en el anuncio publicitario.
2.   Descubran si hay contenido de violencia, y hablen del comportamiento violento en la vida real.
3.   Hable a sus hijos sobre los estereotipos retando las imágenes típicas que la televisión presenta de la mujer, la familia, gros étnicos y religiosos.
4.   Busque los objetivos políticos y sociales en la forma en que la tele presenta las cosas.  Sobre todo en los noticieros.
5.   Realicen las siguientes preguntas a su familia para la selección de los programas que verán durante la semana:
-        ¿Es el programa interesante y entretenido?
-        ¿Puede entenderlo el niño?
-        Enseña claramente la diferencia entre el bien y el mal, y enseña a utilizar estos valores y las consecuencias positivas o negativas de nuestras acciones?.
-        ¿Hace distinción clara entre realidad y fantasía?.

   Mi hijo David (tiene actualmente 5 años) no le gustan programas donde hay “magia”, dice: “Ay, de brujería y de magia no, aparecen las cosas y eso no es verdad, la gente tiene que trabajar para poder comprar las cosas, todo ese programa es mentira”, yo me reí mucho cuando escuché eso, él mismo saca sus conclusiones y me las dice, sobre todo con los programas con violencia, cuando ve violencia la reconoce.  Ahorita por ejemplo mientras que escribo esto, el tele está apagado, y juegan al escondido, y bueno es cuestión que usted vaya mostrando a sus hijos que hay muchas maneras de recrearse.  Gracias por leerme, si le gustó esto, no dude en compartir esta información con otras familias dándole compartir. Con cariño y respeto, Liliana Lizcano.

Los mejores momentos de mi vida han sido aquellos
que he disfrutado en mi hogar en el seno de mi familia.
Thomas Jefferson
  

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