En medio de todo el clima de violencia que mi país, Venezuela, ha enfrentado estos últimos días, sólo puedo decir que es un trabajo de todos el generar un cambio, y éste definitivamente no puede empezar a través de la violencia y el maltrato hacia otros.
Cuando actuamos de esa manera estamos mostrando la pobreza de nuestro espíritu y de carácter para poder emprender con fortaleza, determinación, respeto y fe un cambio positivo dentro de nuestra sociedad, yo sigo creyendo en mi Venezuela, sigo creyendo que Dios la tiene en sus manos y que es un deber de cada venezolano que realmente ame a su país el ser un agente de cambio positivo, y el vandalismo no puede ser la respuesta a esos cambios que deseamos.
Liliana Lizcano.
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