La soledad no es falta de compañía, es falta de propósito, una persona podrá estar rodeada de mucha gente, podrá tener amistades, familia que aunque con defectos se preocuparán por él o ella, pero si la persona tiene esta sensación de soledad es porque ha perdido el rumbo de su vida, usted y yo fuimos creados con un propósito, con cualidades y virtudes específicas que ninguna otra persona en el mundo posee, pero a veces el ser subestimados y etiquetados por una sociedad hace que olvidemos quiénes somos y hacia donde debemos ir.
Entonces empezamos a buscar las faltas en los demás, a pensar en las excusas en las que podremos escondernos, pero algo en nuestro corazón nos grita que debemos salir de ese "hoyo" de autocompasión, dejar de lamentarnos y empezar a trabajar por lo que nos apasiona y en lo que somos como un pez en el agua. Hoy es buen tiempo para meditar en el propósito de Dios para nuestras vidas, el Creador nos conoce bien y a Él no podremos ocultarle nuestro corazón, busquemos pues en Él nuestro propósito de vida y ya no te sientas solo (a). Con amor, Liliana.
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