Todas las niñas son princesas
La maestra Eva escogió cuatro niñas para elegir la reina del salón y así
pudiera representar a nuestra escuela, yo era nueva en segundo grado, y no sé
por qué la maestra me escogió para estar entre esas niñas. Éramos cuatro: Nathaly, Betzaida, Orlaima y
yo, entonces todos los niños votaron, pero no hubo ni un voto para mí, no tenía
amigos y menos siendo una nueva en el salón, la maestra me miró con ternura y me
dijo para consolarme:
-
Todas las niñas son princesas en su
casa.
En el recreo varias niñas de otros salones se me acercaron diciendo:
-
Siempre ganan las populares.
Y otra niñita llamada Carolina dijo:
-
Es injusto, nunca ganan las gorditas.
-
Pero yo aún pensaba en las palabras de
la maestra Eva: “Todas las niñas son princesas en su casa.”
Esa noche soñé con un castillo de nubes y yo
tenía un vestido y corona de princesa, habían otras niñas, flacas, gordas,
blancas, negras, chinitas, pelirojas y todas tenían coronas y vestidos de
princesa. Y el Rey del castillo era un
señor buena gente, ya estaba muy viejo, pero parecía un niño más jugando con
nosotras, jugamos con él a la rueda rueda, tomó te con nosotras, jugó muñecas,
podíamos sentarnos en sus piernas, nos correteó en el jardín, trepamos árboles
y lo rodeamos todas con un abrazo, fue cuando nos dijo:
-
Acá en casa, todas son mis princesitas.
Entonces entendí que la maestra Eva tenía razón.
Autora:
Liliana Lizcano.
Ilustración: Sarah Preston.
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