Azucena
Él esperaba una rosa, cual hermosa dama,
pero sólo encontró una azucena, tendida en su cama,
él disfrutó su aroma aunque había dolor
y su corazón se exaltaba de frío y de pavor
la acercó a sus labios, un beso le dio,
la puso en su pecho y ella escuchó su corazón.
Liliana A. Lizcano.
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