Él pensó en ella cuando la vio, después de todo suele decirle: "Eres la más hermosa de todas las flores". Además que en la mañana degustó una de sus empandas y prometió que le daría una sorpresa. Ella se preguntaba qué sorpresa podría ser. Pasaron las horas y él regresó con un presente en sus manos.
- ¡Hola hermosa reina venezolana! Quiero que por favor cierres tus ojitos.
Ella cerró los ojos curiosa de saber qué tramaba.
- Ya puedes abrirlos para recibir tu regalo.
Él creía que el regalo era la flor, pero para ella el mejor de los regalos era el cariño de él.
Fin.
Liliana Lizcano.
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