Mi pequeño príncipe, duerme confiado,
sabiendo que un gran león descansa a tu costado,
catire que pintas mis días de risas y sueños,
yo oro por ti cada noche al cielo,
para que la luz de Dios siempre ilumine tu sendero,
y cuando un día mamá y papá ya no habrán de estar,
seguirá contigo el león de Judá.
Para mi pequeño príncipe.
Tu mamá.
0 comentarios:
Publicar un comentario