La
Barca y el Viento
Y la barca
extraño el viento en su vela
Desesperada en
aquella espera
Le grito al
viento cuánto le anhela,
Pero el
viento no le respondió,
Con un suave
murmullo la observó,
…a ella no
se le acercó,
Era impetuoso
pero suave a la vez,
Abrazaba a
la barca con gran calidez,
La guiaba
por las olas, la quería para él,
Pero no
confesaba nada a la barca… por su gran timidez,
El mar que
los había juntado no podía comprender,
El viento
seguía mirando de lejos, deseando el poder
De llevarla
mar adentro para que se quedara con él,
para que
pescara en sus aguas y mostrarse a ella fiel,
fiel a lo
que sentía y que no podía explicar,
que como
siendo viento, le preguntara al mar,
si con
aquella barquita él pudiera estar,
estar por
siempre y llevarla a pasear.
El mar tan
sabio, como siempre lo era él,
Lanzo su
olejae suave para contestarle de una vez:
“¿Por qué me
preguntas, si es para ti?
Si suspiras
por ella, y sin ella no quieres vivir,
Si paseas
soñando por toda la mar,
Si al verla
serena y frágil la quieres besar,
Si tocas su
vela y la haces volar,
por mi mar
de tesoros
De arena y de
sal”.
El viento
pensativo corriendo tras ella la fue a buscar,
La halló
solitaria a la orilla de aquel mar,
La halló muy
tarde y de la arena no la pudo sacar,
Por su
fuerte carácter no se supo percatar,
Que había alejado
a la barca y que ella no quería pescar…
Se había
sentado a la orilla a meditar y pensar.
El viento se
sintió triste, ya no la podía tocar,
Se quedó
viéndola de lejos y jamás la dejó de admirar.
Ella lo veía
con nostalgia…y sabía que con el viento, ella quería estar.
Domingo
12:29 a.m del 21 de Enero del 2018.
Autora: Liliana Alexandra Lizcano.
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