Si lo hubiera intentado
Era una tarde de enero, Margaret salió a dar un paseo cansada del encierro y el hastío, había mucha nieve pero no importaba, su perro Black la acompañaba, Margaret llevaba días deprimida, sin ganas de nada, su novio la había decidido terminar con ella porque "necesitaba tiempo", pero ella sabía que la causa era otra, él había conocido a una muchacha que constantemente le mandaba mensajes de texto y que le había dicho abiertamente que ella no se opondría a tener relaciones sexuales con él. Margaret lo amaba, y si quería estar con él, pero creía que dos semanas de novios no era suficiente como para dar un paso más, quería estar segura, después de todo, sería su primera vez.
En todo el camino iba pensando en eso, pensaba en su soledad, en lo mucho que si lo amaba y como todo se había esfumado, se repetía en su cabeza: "Si lo hubiera intentado, si me hubiese atrevido", miraba también a su perro, esa mirada tierna que tienen los canes cuando miran a sus amos, y le dijo:
- Si, ya lo sé, tú lo odiabas, no sé por qué si él siempre fue bueno contigo y te traía regalos y hasta comida.
Su perrito le seguía mirando con ojitos tiernos, de pronto su perro corre buscando de ella juego, sin dudarlo ella lo persigue y ríe, hasta que se cansan y en ese instante, una de sus mejores amigas la llama:
- ¡Margaret!, ¿Viste las noticias?
- No, estoy afuera, dando un paseo con Black.
- ¡Tu novio está en la tele!
- Ya no somos novios, y ¿Cómo es eso que está en la tele?
- Debes ver las noticias, lo acaban de llevar esposado, encontraron a una muchacha muerta en su departamento.
Margaret no podía asimilar esa noticia, estaba impactada, colgó y se fue de inmediato a su casa, pensando en el camino: "Ahora sé que habría sucedido qué habría pasado si lo hubiera intentado...creo que después de todo no estuvo mal haber esperado y haberlo dejado irse de mi vida".
Moraleja: A veces nos da tristeza por situaciones que no se dieron en nuestras vidas, o por personas que ya no están, pero que amábamos mucho, cuando realmente no sabemos si Dios nos libro de algo, o si eso simplemente no nos convenía. Por otra parte nunca debemos dudar de nuestras convicciones, porque cuando alguien nos ama buscará SIEMPRE nuestro bien, el amor siempre buscará el bien y no causarnos daño o dolor. Una persona que te amé no tiene por qué presionarte a hacer algo que no sientes que deba pasar. Afortunadamente hoy Margaret está felizmente casada y es mamá de una hermosa niña.
FIN.
Liliana Lizcano.
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