“Los
niños podrás olvidar lo que dijiste…
pero
nunca olvidarán cómo los hiciste sentir”
Carl.
W. Buehner.
Usted
puede tener éxito enseñando éxito
PARTE
I
Probablemente hace poco tiempo usted se dijo
a sí mismo: “Verdaderamente no me importa lo que Fulanito o Mengana hagan con
su vida, sólo quiero que hagan lo mejor que puedan y tengan éxito en lo que sea”.
En nuestra cultura el éxito se valora muchísimo,
usted pudiera asegurar qu es la meta más perseguida por la gente. Por eso no es nada sorprendente que nuestros
niños y jóvenes sientan a diario la inevitable presión para alcanzar el éxito. La presión tiene varios orígenes, viene de
nuestros padres, de los maestros, de amigos, y hasta de los medios de
comunicación que presentan imágenes de personas prósperas que se deben imitar,
tanto en los deportes como en el mundo del entretenimiento, la política y los
negocios. Pero sabe algo importante, de
todas las fuentes que influyen sobre la vida de un niño o niña hay dos: SUS
PADRES Y SUS MAESTROS. Si usted es padre o maestro siga leyendo esto, y si está
interesado en ser parte del impacto positivo del éxito de un niño o niña siga
leyendo.
Quiero compartir con ustedes algunas cosas
que le podrán ayudar a encaminar a su pequeño o a sus pequeños a ese éxito que
todo padre o docente quiere para sus “retoños”.
1)
La clave es ayudar al niño a definir el
triunfo, él o ella necesitan una alternativa clara de las definiciones del
mundo: el dinero, la popularidad, el poder.
Debemos animar a nuestros hijos a ver el triunfo genuino como el
cumplimiento de la voluntad de Dios, vivir vidas satisfechas porque son agradables
a Él y a nuestros semejantes y que esa meta va más allá del poder efímero del
dinero, la fama o el poder, porque el éxito en sí mismo va más allá de éstas
cosas, pues éstas no son más que añadiduras cuando hacemos las cosas de forma
honesta y con esfuerzo, ya que lo que fácil llega fácil se va.
2)
Aumente las oportunidades de su hijo
cooperando con su temperamento, sus aptitudes y sus limitaciones. Por ejemplo si el tiempo de atención a su
hijo es corto, sería más sabio darle dos lecciones de música de 15 minutos cada
una que una sola de 30 minutos.
3)
La alabanza y la penitencia ayudan pero
LA MOTIVACIÓN es aún mejor. El ánimo consistente edifica a su hijo, haga
énfasis en su propio valor, aunque no haya ningún triunfo específico, ejemplo: “Eres
una persona extraordinaria y fantástica, soy dichoso de ser tu papá (mamá), te
amo tanto”.
4)
Anime a su hijo a expresar sus
sentimientos de placer relacionados con el éxito (jubilo, realización,
satisfacción, confianza). Suelo hacerlo
con mis estudiantes con expresiones: “Choca esos cinco triunfador” o “¿Dime
quién logró esta buena calificación?, dame un grito de alegría” a veces me
gritan “¡Yo pude!” o un “Yuuupiii lo logré”.
5)
Ayude a su hijo o estudiante a
experimentar el éxito a su manera.
Cultive las diferencias naturales entre hermanos y hermanos y compañeros
de clase, no espere que unos sigan las pisadas de otro, cada niño o joven es
diferente. Jamás compare y aplauda los
diversos logros obtenidos.
6)
Guíe a su hijo o estudiante a la
selección de metas que valgan la pena.
Ayude a su hijo varón por ejemplo, que es más importante mantener firmes
los principios durante el noviazgo, que tener más novias en la escuela.
Mientras tanto recuerde que todo niño en sí
tiene un deseo innato de triunfar.
Espero que estas palabras te ayuden y te motiven a ser un adulto de
buena influencia, bien seas padre o maestro, si te gustó lo que has leído comparte
esto con otros colegas y en tus redes sociales.
También puedes dejar tu comentario si gustas acá abajo, bendiciones y
gracias por leerme. Liliana Lizcano.
El éxito debe medirse no por la posición a que
una persona ha llegado, sino por su esfuerzo por
triunfar.
Booker T. Washington
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