Y
sigue la Odisea
Prestadme atención de lo que os contaré
Tortura Venezolana es la que yo pasé
subiendo a la camioneta guindando como un chimpancé
no me pregunten ni cómo, o lo que fue,
que cada detalle ahora yo les ofreceré.
Tempranito madrugo como todos y esperando noté
una gran muchedumbre que a sus trabajos iban también,
paró la camioneta y fui a subir de sopetón
cuando la multitud rapidito me echó un empujón.
Estando ya adentro y apretada como sardina
no podía ni respirar al lado de una vieja cochina
luego el conductor pone aquel bullón,
era la pesadilla...vallenato y reguetón,
el bum bum de la música me rompía el coco,
y no es por exagerar cualquiera se pone así loco.
Yo me decía ¡quién me manda a montarme en este perol!
No tenía de otra, nada podía ser peor,
eso era para ponerse a llorar
pero ¿qué autoridad te va a parar?
si los mismos fiscales son corruptos,
y son comprados con el dinero de estos brutos.
Se comen las luces, juegan carritos chocones
y no les digas nada a esos bravucones
porque si no te bajan a insultos te bajan a empujones.
Y sigue la Odisea, cada día, cada momento,
vayas en camionetica o vayas en el metro.
Tortura Venezolana es la que yo pasé
subiendo a la camioneta guindando como un chimpancé
no me pregunten ni cómo, o lo que fue,
que cada detalle ahora yo les ofreceré.
Tempranito madrugo como todos y esperando noté
una gran muchedumbre que a sus trabajos iban también,
paró la camioneta y fui a subir de sopetón
cuando la multitud rapidito me echó un empujón.
Estando ya adentro y apretada como sardina
no podía ni respirar al lado de una vieja cochina
luego el conductor pone aquel bullón,
era la pesadilla...vallenato y reguetón,
el bum bum de la música me rompía el coco,
y no es por exagerar cualquiera se pone así loco.
Yo me decía ¡quién me manda a montarme en este perol!
No tenía de otra, nada podía ser peor,
eso era para ponerse a llorar
pero ¿qué autoridad te va a parar?
si los mismos fiscales son corruptos,
y son comprados con el dinero de estos brutos.
Se comen las luces, juegan carritos chocones
y no les digas nada a esos bravucones
porque si no te bajan a insultos te bajan a empujones.
Y sigue la Odisea, cada día, cada momento,
vayas en camionetica o vayas en el metro.
Autora: Liliana A. Lizcano.
Dedicado a mi gente que en el día a día a estado pasando por tanta dificultad con el transporte público.
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