Estábamos esperando en la fila para pagar, el negocio era de chinos, habían quizás unas 20 o más personas detrás de mí. Adelante estaba una señora con su pequeña.
La madre le decía:
- ¡Quédate quieta!. Dijo. Murmurando algo al oído de la nena. Ya se acercaba poco a poco su turno y yo la notaba nerviosa. Mirando a cada rato hacia atrás. Yo le sonreí normal. Ella quitó la mirada, se limpiaba las manos, tal vez porque las tenía con mucho sudor aunque la temperatura no causara calor.
Entonces el chino dijo:
- Siguiente pol esta caja.
Pasa la señora con la niña pequeña, trata de acercarse lo más que puede al chino, diciéndole algo y el chino le dice serio:
- No la escucho señola.
La señora vuelve a apoyarse en puntillas para volver a decirle más cerca. El chino escucha con atención lo que la señora le dijo brevemente asintiendo con su cabeza y levantando su mano derecha le gritó a un trabajador que estaba atrás.
- MILAAA CHAAAMO, TLAEME UN SHAMPOO Y UN PEINE PALA PIOJOS... ¿algo más señola?.
Ella con cara de molestia respondió:
- ¡No! Más nada chino.
Fin.
Jaja muy discreto el pajuo...
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