martes, 17 de septiembre de 2019

Las dos hermanitas de Guasipati

Las hermanitas de Guasipati

   Había una vez dos hermanitas que vivían en Guasipati. Filomena la mayor y a la más pequeñita le tenían de apodo Pitufina.
  Ambas eran sumamente tranquilas, no daban ninguna molestia. Y como todos los habitantes de Guasipati, eran muy nobles. 

   Habían sido abandonadas y una familia las adoptó a ambas para no separar a las hermanitas.

   Un día Filomena quiso salir a dar una vuelta, su hermanita le advirtió que no saliera. Pero ella no hizo caso, le dijo:

- ¡Ay no mijita! ¡Tú quédate encerrada que yo voy a disfrutar de la vida!.

   Y salió lentamente con cuidado para que nadie escuchara al ella salir.  El padre de esa familia no se percató del asunto, y la hermana menor cayó sin advertir nada, esperando que su hermana regresara y no la fueran a regañar. Pues pasaron las hora y no regresaba. Y esa noche no regresó. La familia al percatarse de tal situación entraron en desespero.

- ¿Dónde está tu hermana?.

   Pero ella no respondió. Al igual que todos estaba muy preocupada. Al día siguiente todos desayunaron con tristeza y dieron aviso, ya que alguien podía haber secuestrado a Filomena.  Pitufina fue la única que comió con mucha tranquilidad su sandwich vegetariano.

- ¿Cómo puedes comer tan tranquila mientras tu hermana sigue desaparecida?.

Le reclamó alguien.

Pero Pitufina dentro de sí pensaba:
"O sea que yo tengo que pasar hambre porque esa diabla seguramente se fue con un novio".

El padre de familia dijo: Saldré a buscarla.

   Mientras tanto, Filomena andaba perdida con mucho miedo, y unos hombres que jugaban domino la vieron. Uno exclamó:

- ¡Uy pero qué ricura!.

Otro le dijo:

- Ven con papá.

Filomena estaba asustada.  Pero otro que estaba con ellos.
les dijo:

- ¡Enfermos!.

Le dijo:

- Ven conmigo, soy oficial del ejército, buscaremos a tu familia.
Y empezó a caminar con ella, el padre de familia al verla se alegró tanto y le dio las gracias al joven.

   Y de lo que se salvó, porque esos hombres querían hacer un pastel de Morrocoy. Hoy día Filomena aún vive con su hermana Pitufina. Y aprendió a que no debe salir de la casa sola y sin avisar.


Fin.

Espero les haya gustado y sonrían, un abrazo,

Liliana Lizcano.

0 comentarios:

Publicar un comentario

 

Leamos un cuento Template by Ipietoon Cute Blog Design