Cuando las cosas salen mal

   Ayer miércoles 18 estaba por acostarme, tenía tanto malestar gripal que los ojos me lloraban y me sentía terrible. Escuché el toc toc, en la puerta y sabía que era ella, Abigail.

- ¡No hay nadie!.

- Jajajaja vengo a buscar a la enferma que pidió una hamburguesa.

- ¡Si estoy!.

   Abrí y era Abi, ya me había acostumbrado al apodo que le pusimos y ella también.

- Pero si es la Abigail Peruana-Venezolana.

- ¡La misma que viste y calza!- Dijo tongoneándose con la manito en la cintura.

- Me tenías en el más cochino y cruel abandono.

- Pero tú tampoco me escribes.

- Es que yo no doy lo que no me dan, si no me escriben, yo no escribo, le doy su espacio a la gente, no sea que te escriba y me mandas a freír espárragos.

- Espárragos no, empanadas si jajajaja.

  Los niños ya dormían, así que nos sentamos en las escaleras para hablar mejor y que no fueran a despertarse.

- ¡Ay Lili!, las cosas van muy mal.

  Yo abrí la hamburguesa y empecé a comer.

- Me gusta este tipo de comida para enfermos, hamburguesa, ¡Qué delicia!, ok, te escucho, nada puede ser tan malo, suelta toda la sopa del cuento.

- Bueno el maracucho me mandó una canción en la noche del domingo, me dijo que ese beso robado había sido lo mejor que le había pasado en Perú, me mandó una canción tan hermosa que me emocioné.

- ¿Qué canción?

- La canción que dice: Eres todo lo que anhelo, eres el regalo que cayó del cielo, quiero estar a tu lado, hasta tus defectos me han enamorado, y no puedo compararte, yo no he conocido a nadie que te iguale, eres la mejor de todas, para describirte las palabras sobran, la que es feliz y siempre está presente, y gasta su tiempo sólo en complacerme.

   Y allí estaba ella inspirada cantando la canción "machimberra" ésa que a mi parecer es fatal, pero yo me comía mi hamburguesa.

- No me gusta esa canción.

- ¿Por qué Lili? ¡Es linda!.

- Analiza lo que oyes, niña.

- Explícate.

- Número uno, el tipo dice: "Eres todo lo que anhelo", o sea el tipo no tiene más aspiraciones en la vida, número dos: "eres el regalo que cayó del cielo", o sea que no tuvo que esforzarse por ti, eres un regalo, no trabajó para conquistarte, y hombre que no se esfuerza por una mujer, luego no la valora, graba eso bien en tu mente, un hombre que busca la manera de conquistar el corazón de una mujer, lo va a valorar, porque le costó, porque estuvo allí para ganarse con comprensión, cariño, respeto, comunicación, detalles, ese corazón, si le cayó del cielo, ay no mijita, no la va a valorar.  Número tres: "La que es feliz y siempre está presente", o sea que tú jamás vas a llorar o nunca te vas a ausentar por algún motivo, vas a estar pegada a él como un clicle, él busca una mujer dependiente ¿entiendes?.  Número cuatro: "gasta su tiempo SÓLO en complacerme", o sea chica, que tú vives para él, que el tipo es un narcisista, y tú le debes sumistrar sus dosis de dependencia total a él, sólo vives para él, lo tienes que complacer en todo, no chica, eso es tener una relación enfermiza.

- No lo había analizado así, Lili, ahora que lo dices, tienes mucha razón.

- Ponchao en la dedicatoria de la canción.

- No sólo en eso, no te he contado todo lo malo que pasó.

- ¿Qué pasó?.

  (Yo seguía comiendo, si llegan a sacar mi serie en Netflix mi personaje deberá comer cada vez que aconseje jajajajaja)

- El lunes cuando estaba en la oficina, el maracucho llegó molesto, y me reclamó:

- ¡Ajá! muy bonito que vos no me dijistéis nada, vos salistéis con el gocho. No me pongáis esa cara de asombro porque vi los estado del Whatsaap del gocho, yo lo tengo en mis contactos. ¿Qué tenéis vos con él?.

   Yo estaba con los ojos como huevos fritos oyendo pero comiendo mi hamburguesa. Y ella me dice:

- ¡Ay Lili!, yo quería morir, que me tragara la tierra, y en ese mismo momento ¡llegó el gocho!.

   Casi vuelvo a atragantarme, creo que no es bueno escuchar a esta niña y comer al mismo tiempo.  Ella sigue narrando y yo pasando el tarugo.

- El gocho cuando nos vio se apresuró para que el maracucho me soltara.

- ¿Qué le pasa a usted con la señorita?.

- ¡Qué bueno que llegaste gocho!, vos me tenéis que decir si vos tenéis algo con ella porque ella y yo estamos saliendo.

- ¿Cómo?. (El gocho viendo a Abigail y esperando a que ella hable)

- ¡Un momentico!, yo no soy novia de ninguno.

- Si, yo sé que vos queréis tiempo, pero pensé que el beso que tuvimos fue especial.

   El gocho se puso rojo de la rabia según cuenta Abigail, y explotó:

- ¿Cómo es la vaina?, o sea que tienes algo con el maracucho y no me habías dicho, yo iba en serio contigo, esto me hace sentir muy decepcionado, mis sentimientos por ti son serios, yo no ando jugando con la gente.

   El caraqueño que estaba en un escritorio cercano escuchó todo, se levantó y les dijo a los tres:

- Miren, creo que este no es el lugar para resolver esta situación, no sé lo que haya pasado pero la señorita merece respeto, si no es novia de ninguno de los dos dejen el drama que no están en una telenovela de Venevisión, les recuerdo que acá somos extranjeros y hay que cuidar el trabajo.

  El maracucho y el gocho se retiraron a sus labores y en eso cuando ya no estaban Abigail se puso a llorar, el caraqueño le aconsejó:

- Mira, no llores, si tú no hiciste nada malo, debes estar con tu conciencia tranquila. Los hombres a veces hablamos o sacamos conclusiones demasiado rápido.

- Pero es que yo no he jugado con ninguno.

- Y eso lo sabrá el que te merezca, tú tranquila, que el que no esté jugando carritos volverá por ti.

- Gracias.

- De nada, ahora a trabajar.

   Si, yo quedé como ustedes después que ella me narró todo.  Le dije:

- Mira el lado positivo, podrás tener tiempo para meditar, al tiempo regresará el que en verdad te quiera, y si no vuelve el que te gusta es porque no era para ti, el tiempo te ayudará a pensar, de todas maneras me tienes a mí y a un montón de locos que siguen tu historia por las redes.

   Le salió una sonrisa espectacular en medio de las lágrimas porque la niña chilló contándome todo.