Comida venezolana
Una vecina del país en donde ahora vivo, tocó a mi puerta hace tiempo en la noche.
- Disculpe, ¡Ay qué rico huele eso!, ¿Usted no vende almuerzos?.
- No. Empanadas en la mañana.
- Ah me aparta una para llevar mañana.
Y pues siempre le dejaba una, luego fueron dos, luego cuatro.
Vuelve a preguntarme
- ¿Habrá posibilidad que usted me haga el almuerzo para llevar en las mañanas y yo le pago?.
- Bueno, ok.
De pronto la semana pasada me empezó a traer dos envases y me pagaba las dos porciones.
Curiosa le pregunté hoy:
- Disculpa ¿Te comes todo eso?.
- No...te voy a confesar, le estoy llevando el almuerzo a un venezolano que me gusta. Y las empanadas también.
- ¡Gracias por la promoción!.
- No, no has entendido, él cree que lo hago yo. (Me dijo sonriente)
- ¿Y qué vas a hacer cuando descubra que no eres tú?.
- Bueno... por ahora estoy en el plan de conquistarlo por el estómago y todo va bien, ve pensando en cuánto me vas a cobrar para enseñarme a hacer el pabellón y las empanadas.
Continuará...
Lili.
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