jueves, 31 de diciembre de 2020

Me enseñaste mucho 2020, Adiós 2020

Me enseñaste mucho 2020

   2020 Me enseñaste mucho, ya sabía que serías un año difícil, me lo habían advertido, pero también me habían prometido que no me soltarían de la mano, Dios me ayudó a conocerte sin temor, a comprender tanto de la vida en cada mes.  Contigo aprendí que la vida es sumamente efímera, que muchos se fueron sin poder despedirse, luchando por el aire, ese aire que es un milagro de vida y pocos valoran en cada despertar.  Aprendí a dar gracias en todo y por todo.  Aprendí a que mi Padre Celestial nos ama y tenía cuidado de mí en momentos tan adversos, en momentos en los que lloré tanto y Él fue mi fiel consuelo y ayudador.  

   Aprendí que Él me alejaría de personas que realmente nunca fueron amistades genuinas, aprendí a que debo ser prudente y no meterme en asuntos ajenos y mucho menos a aceptar cuando alguien me venga con una "historia" de una amiga con la que se la lleva mal y es incapaz de decírselo en su cara, porque luego, me señalarían y culparían a mí por cosas que esa amiga jamás se atrevió a decirle en la cara a otra persona, mucho drama a nuestro alrededor también es nuestra culpa cuando aceptamos a personas así, es falta de sabiduría, y esa fue la mejor de las lecciones, cuando decides cerrar la puerta a eso, te tratarán con silencio, aunque muestres amabilidad y jamás le hayas hecho nada a esa persona, esta es la mejor señal que puedas tener que esa amistad no debió haber sido y que debías haber visto las otras señales de alarma mucho antes, no porque esa persona sea mala, sino porque tú necesitas crecer y esa persona tiene otros procesos diferentes que asimilar en su vida, y tú tienes otros.  

   Aprendí que todo tiene una razón de ser y que no podía buscar hacer reír a otros cuando éstos están sumergidos en su amargura y en quererte señalar por sus propios errores en los que se ven reflejados cuando te ven, aprendí que aunque te esfuerces por llevar sonrisas, algunos lo verán como un regalo y otra persona que decía ser tu amiga diga: "Es ridícula", cuando esa ridícula sólo buscó hacerla reír, así que decides no tratar de salvar al mundo de sus días grises y pintar sólo los tuyos, aprendes que no es egoísmo, sino que es justo cansarse y decir ya no más, al final de cuentas muy poca gente notaba lo que verdaderamente tratabas de dar, y agradeces a quienes pudieron sonreír contigo y en agradecimiento a ese amor te despides y continuas. 

  Porque aprendí con el 2020 que si es verdad que me gusta que otros sonrían, también es cierto que en muchos momentos aunque yo estaba llorando por dentro, coloqué mi dolor a un lado para buscar esa sonrisa de la gente que sin conocerles les estimaba tanto, debía entonces hacer un alto, alejarme y poder ver cosas que no podía ver antes, de ese tiempo valioso que brindaba, debía invertirlo ahora en mi sonrisa.  

   Los cambios no son sencillos de hacer, pero son necesarios y este 2021 es un buen comienzo para muchos cambios positivos, nadie me roba la ESPERANZA, una palabra que amo porque unida con la FE fue lo que me permitió salir de mi país a luchar por mis dos hijos, no negaré que tuve temor, pero mi corazón se armó de valor para tener fe y esperanza en las promesas reales de Dios que se han estado cumpliendo en mi vida y aunque Él ya me ha mostrado mucho de lo que viene para el 2021, espero poder tener la fortaleza en Él de seguir adelante. Amén.  


Liliana Lizcano.

 

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