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domingo, 22 de septiembre de 2019

Los Ositos y el hilo rojo (última parte)

   Ayer sábado en la noche los maracuchos "Ositos", llegaron a la casa de Abigail, nos debían de terminar de contar la historia del hilo rojo, Osita haría patacones y así continuó Osito narrando la historia del inicio de la unión de ambos.

- Mira Lilita, luego que le conté a Osita todo lo del Ramiro y la Alejandra, la visité, se puso a llorar y me abrazó, ella había llamado aquel día a la zángana de la Ale, y le dijo que ya sabía todo. Que la amistad había terminado, pero Alejandra no se quedaría así, fue a la casa de Osita, yo estaba casualmente ahí, pero entré a uno de los cuartos y le dije a Osita que hablara con la Ale tranquilamente a ver qué le iba a decir. Y así fue, Osita le abrió la puerta y la zángana pasó diciendo:

- ¡No podéis creer a cualquier cosa que te diga ese tipo!.

- ¿Ese tipo?, ¿Ustedes no son novios?.

- ¡Yo lo dejé!, ese mardito es un mentiroso, vos sois mi amiga, ¿cómo vos le crees más a él que a mí?, yo ni conozco a Ramiro. 

- Ve Lilita y Abigail, Osita le preguntó: "¿Tú terminaste con él?". "Si", Le respondió ella. En ese momento, se me prendió el bombillo, e hice algo que quizás me pasé un poquito, pero Ale tenía que saber lo que Osita sintió cuando ella la traicionó, yo me quité la camisa me mojé un poco el pecho y la cara, me bajé el cierre del pantalón y grité: Mi amoooooor ¿qué pasó? ¡Vení que me dejaste encendido!. Mi alma, la Ale corrió al cuarto cuando escuchó mi voz y empezó con un escándalo a lo que yo le dije: Vos pudistéis quitarle a Ramiro ¿por qué ella no podía hacerte lo mismo a vos?. Esa mujer empezó a preguntar cuánto tiempo teníamos juntos, que estaba indignada, y Osita casi que soltaba la risa pero menos mal me siguió la corriente, yo muy serio agarré la camisa y empecé a acomodarme le seguía diciendo: 

- Tan bueno que estábamos y tenías que llegar vos a darñarnos el momento.  

La Ale se voltea y le dice a Osita: 

- ¡Mala amiga! ¿Cómo pudiste?.

Osita le respondió:

- Me dejé llevar, él fue muy especial conmigo desde que lo conocimos y es muy sensual.

Yo todavía con mi cara de sobrao dije:

- Vos sabéis que yo tengo lo mío.

Y ella molesta dijo:

- Rául, ¿es en serio?, ¿me dejaste por esta piche gorda?, ¿por eso pusiste la excusa de Ramiro para dejarme y cortarme?.

Yo agarré a Osita de la mano y le dije:

- Ale, ella tiene algo que vos no tenéis.

- ¿QUÉ COSA?.

- Unos hilitos rojos que me vuelven loco.

- Bueno y la muergana de Osita los llevaba justamente puestos, y le dijo: "Mirá son éstos" y la gordita se bajo los pantalones, mi alma, a mí casi me iba dando algo cuando la vi pero más le iba dando a la Ale que gritó:

- ¡Idiotas!, pues si estúpida, yo fui la que te quité a Ramiro, siempre me has parecido una tonta, y sólo te trataba por lástima.

  Y salió tirando fuertemente la puerta. Cuando se fue Osita y yo chocamos esos cinco, nos reímos mucho y me dio las gracias. Yo le dije: No volváis a hacer lo de ese hilo rojo, porque puedo perder la cabeza por vos.  Ella toda tímida dijo: "¡Qué pena con vos!, pero tenía que hacer esto creíble". Y así se afianzó nuestra amistad, primero fuimos buenos amigos, un día yo estaba cantando una canción, bueno Lilita, la canción que siempre llego cantando cuando voy a comprar empanadas, esa canción era de unas comiquitas de unos ositos, se llamaban los Ositos Gummi, ustedes seguro no saben porque las dos seguro estaban aún en las bolas de sus papás, y cuando estaba cantando como mente pollo mi vieja canción de la infancia ella continuó la letra, se la sabía, la cantamos juntos y nos quedamos mirando y allí fue nuestro primer beso.  Yo siempre supe que Osita era especial y única, terminó de amarrarme por completo a punta de patacones, yo dije esta mujer tiene todo lo que yo quiero en una mujer y no la dejé ir, le pedí matrimonio, y hoy día soy un OSO: ¡Osito Sometió Oficialmente!.

  Y así fue como estos dos maracuchos tuvieron su historia de amor, con un famoso "hilo rojo" de leyenda, pero a lo venezolano.

Fin.


Liliana Lizcano.

sábado, 21 de septiembre de 2019

Los Ositos y el hilo rojo II Parte

- ¡Buenos días Lilita!.

- Ustedes me deben la historia de ayer. No la terminaron y todos desean saber cómo terminaron juntos. 

- ¡Ay Lilita! es que nuestra historia fue muy complicada, como para que escribáis una novela por episodios en tu serie de Netflix.

- Bueno, me van contando mientras comen.

- Mira Lilita, luego que la amiga de Osita me llamó, volvió a llamar, es que con este físico tan escultural como que... ¡La impacté!. Quedamos en salir a pasear. Y la mujer era preciosa, yo creía que me había sacado la lotería, ojos claros, su cuerpo escultural, unos labios seductores.

- ¡Ositooooo!. (Interrumpió su esposa).

- No te pongáis celosa, que estoy narrando todo, además ella no te llegaba ni por los pies mi Osita. No interrumpáis.  Bueno Lilita, para seguirte contando. (Siguió narrando mientras que comía su empanada) En la segunda salida le pregunté por Osita. Y más o menos la conversación fue así:

- Mirá Ale, ¿y tu amiga la que estaba rascaita, la gordita aquella que te ayudé a subir al carro?. 

- Aaaaah, ella está mejor, es que estaba despechada porque el novio la dejó por otra, vos sabéis que las mujeres que descuidan a sus hombres las dejan, en parte tenía razón en dejarla por la otra, porque una tiene que ser avispaita y ella es muy tontita. 

- ¡Vergación!, Lilita, cuando yo escuché eso me dio como miedo, porque para que una supuesta amiga hable mal de otra eso es de tener cuidado. Pero yo seguí sacando información. 

- ¿Entonces la dejó por otra?. 

- Si, su ex, Ramiro, la dejó por otra mujer. 

- En ese momento yo no tenía idea que me estaba dando una información valiosa que me ayudaría a abrir mis ojos más adelante. Yo seguí saliendo con Ale, y veía de vez en cuando en las reuniones a Osita, pero nos tratábamos normal, ella me parecía muy alegre pero al mismo tiempo como un alma en pena, y razón tenía porque ya la habían lastimado mucho, no confiaba en nadie, y a veces era un poco odiosa. Un sábado iba yo tomado de la mano con Ale, y en un centro comercial un hombre la saluda muy afectuosamente. Ella le dice: "Ramirooooo, mi amooor, ¿cómo estáis?", el hombre la saludó con abrazo y todo, y sin importar que yo estaba allí empezaron a hablar, ella le dijo: "Me conseguiste el chance en PDVSA", y él le respondió: "Si, estoy en eso, yo te aviso mi reina". ¡Vergación! yo estaba pintado en la pared, pero me hice como si no me importó, y le pregunté: ¿Y ese quién es?.  A lo que me respondió: "Ése es un ex, me está ayudando a quedar en PDVSA".  Pero en mi cabeza me daba vuelta el recuerdo del ex de Osita que se llamaba Ramiro. 

- ¿Era el mismo?. 

-Si, Lilita. ¡Y yo destapé esa olla podriísima!. Cuando le pregunté si ese era el mismo ex de Osita, ella me dijo que si, pero que nunca le fuera a contar nada a su amiga, y yo le dije: Vos sois una mardita hipócrita, yo ya no quiero salir más con vos. 

- Hiciste bien, yo también tengo un cuento con una tal "Ale" maracucha que me jugó sucio una vez, no era mi amiga, pero con su cara de mosca muerta me hizo el cajón. 

- Capaz y es la misma mardita. El hecho es que le conté a Osita y ella dejó esa amistad, pero me ganó a mí.  Ya la historia de cómo la enamoré y me gané su confianza es para cuando vuelva a venir a comer empanadas, me saludáis a la Abigail y a los robots de las redes sociales.  Te nos cuidáis Lilita.  

   Y ambos se despidieron con un abrazo que me dieron.  

Lili.

viernes, 20 de septiembre de 2019

Los Ositos y el hilo rojo

-¡Buenos días Abigail! (Dijo Osita)

- ¡Buenos días señito!.

- ¡Ningun señito!, repetí después de mí: ¡Hola negrita!, ¡Hola mi amor!, ¡Hola manita!, Tenéis que saludar a lo venezolano porque ya estamos en confianza y vos sois de la familia ya. (Decía mientras colocaba salsa de ajo a su empanada)

- Miráaaa Abi, leí todo el verguero que sucedió en la empresa, lamento mucho que esos hombres se pusieran tan celosos y formaran ese "Shous" (Show) en el trabajo. (Le dijo Osito)

- Si, ya pasó.

- No estéis triste que todo se aclara tarde o temprano y lo que no va a ser para uno pues es mejor que se aleje, pero mira, sois muy bonita y ya podrás encontrar a un mejor candidato. Así como Osita que sufría y sufría en el amor, hasta que me encontró a mí. (Decía muy orgulloso él)

- Eso es verdad, yo sufría sin ti, ¡pero ahora padezco!. (Dice ella con una sonrisa)

- ¡Vergación! las muchachas van a pensar que te doy mala vida y que jodo mucho. (Dijo apenado el maracucho)

- Por cierto ¿cómo se conocieron ustedes?. (Pregunté yo)

- ¿Le cuentas tú o le cuento yo, Osita?.

- Cuentales tú, Osito.

- Bueno, Lilita y Abi, ¿vos habéis escuchado la historia del hilo rojo?. (Pregunta él muy serio)

Abigail dice de inmediato:
- ¡Claro!, la leyenda que dice que las personas que están destinadas a conocerse y ser el uno para el otro están conectados por un hilo rojo invisible.

  Osito y Osita se ven sus caras y sonríen y al mismo tiempo dicen:
- ¡No!.

  Osito dice:

- Si, tiene que ver un poco con la leyenda, pero el hilo no era invisible. Ve, Abigail y Lilita, aquel día en el que yo encontré el hilo rojo estaba comiendo unas hamburguesas con unos amigos, y de pronto llegó un grupo de mujeres muy bonitas, todas muy hermosas, menos Osita, Osita si estaba aporreada.

- ¡OSIIIITOOOOO!. (Le gritó ella)

- Mi amor, ese día vos parecías un anima en pena, a conciencia. (Dijo él con ternura agarrando la quijada de su esposa)

- Pero tú sabes por qué, cuenta bien, Osito.

- Bueno, no me interrumpáis más, entonces todos empezaron a bucear a las muchachas que pidieron perros calientes y hamburguesas y se sentaron cerca. Cada uno decía ve, ésa está buena, ve ésa es hermosa, uy esa otra está pasada de kilos, bueno ésa era mi Osita Gummi, bueno en eso la Osita se fue a levantar y se agachó para recoger su cartera que se cayó, y allí cuando la vi en todo su esplendor, allí el hilo rojo entró en acción.

- ¿Cómo así?. (Pregunté)

- No interrumpáis Lilita, escucha.  El hilo rojo entró en acción cuando le vi el hilo que cargaba porque la muy muergana andaba con unos pantalones que cuando se agachaba se le veían las pantaletas, bueno eso no era una pantaleta, sino un simulacro de ropa interior, un hilito.  Mis amigos empezaron a bucearle el trasero y no me gustó el tipo de comentarios que escuché en la mesa, yo tengo hermanas, y en ese sentido hay cosas que no se dicen de una dama. Y como a Osita se le caía todo porque estaba medio rascada, a cada rato se agachaba, tuve que acercarme a decirle a una de sus amigas que la muchacha estaba dando un espectáculo público.  La amiga le dijo, y a su amiga le pareció tierno eso de mí y me dio su número, era la más bonita del grupo. Pues ellas se fueron del lugar a llevar a Osita a su casa que no podía ni caminar. Y esa misma noche su amiga me llamó, me dio las gracias por haberle ayudado con su amiga a llegar al carro y por percatarme del "shous" (show) del hilo rojo.

- Ajá y ¿cómo fue que terminaron juntos?. (Pregunté yo con curiosidad)

- Ese cuento te lo voy a deber porque ya vamos tarde al trabajo.

CONTINUARÁ.


Lili.

La cuerpa

- Vertale Lilita, por fin estáis porque Osito y yo ya estábamos sufriendo los estragos de la restricción de empanadas, vos sabéis que somos adictos a las empanadas.

- ¡Al fin nos vemos! ¿Las de siempre?.

- Si. Mirá, vos sabéis que nosotros queremos irnos para Medellín. (Dijo 'Osito')

- ¿En serio? ¿Y eso?.

- A Osita y a mí nos gustó por la gente. Nosotros teníamos una idea negativa de Colombia, pero mi aaaalma conocer la gente de Medellín, la educación, la amabilidad, ¿Verdad Osita?.

- Si, yo andaba enamorada de la gente de Medellín, vos te montáis en un bus y te responden los buenos días, nos gustó.

- Vos querías era encontrarte a Carlos Vives y montarme cacho. (Dijo 'osito').

- ¡Ja mijito! Me canso, me ve Carlos Vives y se enamora. (Le responde ella)

- Vos me dejáis por el Vives ése y yo me busco a la Shakira.

- ¡Ja! Ni que Shakira fuera a dejar a Piqué.

- Piqué va a quedar pica'o cuando le tumbe a Shakira con esta cuerpa. (Decía sobando su panza y comiendo empanada). Esta cuerpa la cuido con mucho gyem.

- Se pronuncia Gym. (Dije yo)

- No Lilita, G-Y-EM; Guayoyo Y EMpanada mijita, pa' que sepáis.

   Osita ve venir a Abigail y dice:

- Esto se puso bueno, ahí viene Abi.

Y así empezó mi día, hoy viernes 20 de septiembre.
 

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