viernes, 15 de enero de 2021

El oso en la balsa

 


El oso en la balsa


- ¿A dónde emigra señor oso?

- Trato de buscar un lugar de reposo, un lugar que sea hermoso, en el que no me sienta amenazado y nervioso.

- Pero ¿por qué subió a una balsa? ¿Por qué no se fue a pie?, ¿Sabe usted nadar bien?

- Pues nadar no sé mucho y tengo miedo, pero junto a esta maleta que llevo, están también mis sueños, dicen que pasando el mar, podré trabajar, buscar mi miel y así poderme alimentar.

   Así fueron hablando el hombre y el oso, contando anécdotas, él era muy gracioso, las olas y el mar empezó a crujir, y aquellos tripulantes llegaron a su fin.  La balsa la tormenta no pudo resistir, y saltando al mar, no pudieron vivir, se hundieron en las aguas y con ellos los sueños, de aquellos inmigrantes que anhelaban un mejor tiempo.  

   Quizás este relato te parezca triste e irreal, pero en el mar mueren muchos queriendo escapar, todo se debe a que ha brillado el mal, por la indiferencia de muchos pudo reinar.

Fin.

Escrito por:  Liliana Lizcano.

jueves, 14 de enero de 2021

La zorra y las aves

 


La zorra y las aves


    Había una vez una zorra en un bosque, que se la pasaba con sus amigos jugando póquer,
las aves del cielo eran sus amigas, pero yo creo más bien que eran sus enemigas,
la llenaron de halagos, de regalos y cariño, así la zorra pensó que eran sus amigos.

   La zorra confiaba que todos esos halagos eran verdad, pero ninguna de las aves le daba sincera amistad.  Por un lado mostraban quererla, pero le llenaban el oído de cuentos de guerra.

- El oso estaba hablando mal de ti. 

- La ardilla te mira y comienza a reír.

- La tortuga dice que eres de mal vivir.

- El conejo ha dicho que hueles a aserrín.

   Y así le llegaban a la zorra siempre con sus cuentos, poco a poco, le llenaron el corazón de mucho veneno, la zorra que antes era amable y muy risueña, le cerró a muchas amistades su puerta.

   Confió en esas aves que decían ser sus amigas, pero que en el fondo le tenían mucha envidia, la separaron de las verdaderas amistades, que llegó a tener, desconfiando día a día de los que le hicieron bien, creyó en el chisme sin antes meditar, que quien te habla mal de otro, de ti también lo hará, el oso, la ardilla, la tortuga y el conejo, no se pelearon con la zorra, sino que le dieron tiempo al tiempo y a su compañía jamás volvieron, para que ella misma viera, y algún día entrara en razón, que los amigos verdaderos no pelean en ninguna situación, arreglan sus diferencias hablando y sin oír chismes, porque las amistades verdaderas permanecen siempre firmes.

   Así fue como la zorra andaba luego con aves de rapiña, creyendo que al igual que ellas podía volar, de chisme en chisme, de critica en critica, perdió su esencia, nunca más fue ella misma.

Colorín colorado este cuento ha terminado.

Escrito por Liliana Lizcano.

miércoles, 13 de enero de 2021

Andrea y Pancho


Pancho


    Andrea era una niña que deseaba tener un perrito, en nuestro grupo siempre estábamos recogiendo animalitos en la calle abandonados, nos preguntó si teníamos algún perrito, pero en ese momento sólo teníamos a un gatico, sin embargo, le dijimos de una señora que estaba regalando perritos, ya que su perrita había dado a luz a cuatro cachorritos.  A ella se le dibujó una enorme sonrisa en su rostro, fue con su mamá contenta a buscar un perrito, su madre estuvo de acuerdo, sin considerar lo que implicaba tener a un cachorro.  Sólo instruyó a la niña diciéndole:  Debes alimentarlo, y limpiar sus necesidades fisiológicas con un periódico y lo botas en una bolsa.  

   Nuestra pequeña amiga estaba feliz, ya no quería jugar con nosotros, sólo con su pequeño cachorrito, Pancho era muy juguetón y se convirtió en su inseparable amigo.  Ella lo enseñó a hacer sus necesidades en un periódico y cumplía al pie de la letra lo que la mamá de ella le había pedido, pero lamentablemente un día Pancho hizo algo que a la madre le enojó muchísimo.  El perrito hizo un desastre con la basura, la madre molesta le pegó al perro y le dijo:  Tu perro debe irse.  Y sin escuchar el llanto de la niña, se lo regaló a otra familia.  

   Andrea dejó de comer, tampoco quería bajar a jugar con nosotros, ella entendía que su madre ya no lo quisiera más, y ella le convenció diciéndole:  En esa casa tiene espacio para correr, acá lo que hacía era destrozar las cosas.  Así que espero con muchas ansias volver a ver a su amigo cuando su madre la llevara, para su sorpresa el pobre perrito no vivió mucho tiempo, murió, no hubo explicación alguna, los primos de Andrea le dijeron que el perro dejó de comer, que de un momento a otro se murió enfermo sin saber qué le había pasado.  Ya anteriormente he escuchado que perritos mueren así, que dejan de comer y mueren de tristeza luego de un abandono.  La verdad es que me pareció muy triste esta historia que se repite constantemente en muchos hogares, donde padres le permiten a sus hijos tener mascotas pero luego deciden deshacerse de éstas.  Sé que mi amiga Andrea no se recuperó nunca de es, perdonó a su mamá pero eso la marcó, y lo sé porque hablando con ella me dijo:  "Nunca había comprendido cómo mi mamá fue tan cruel y pudo deshacerse fácilmente de mi mascota, lo comprendí hasta que años más tardes hizo otras cosas muy crueles que me hicieron ver su lado más oscuro como persona, ya la perdoné, pero esa herida de infancia la llevo conmigo, nunca superé la pérdida de Pancho".

Fin.

Escrito por:  Liliana Lizcano,



 

martes, 12 de enero de 2021

Cuando la abuela me cuidaba

 


Cuando la abuela me cuidaba


    Cuando la abuela me cuidaba nos solíamos reír, eran las horas más maravillosas para irnos a divertir,
las aventuras a su lado no tenían fin, eran como cuentos encantados de los que no te querías ir.

   Cuando la abuela me cuidaba, eran tiempos de dibujar, cantar y comer sin parar, te miraba de arriba abajo y te decía que flaca estás, te sentaba a la mesa y sus recetas deliciosas te servía sin dudar. ¡Hay que engordarte!, decía ella, y en la panza ya no me cabía un pedazo más, pero ella insistía: ¡Este es el último pedacito! y abrías la boca y a masticar.

   Cuando la abuela me cuidaba eran tiempos para escuchar esas historias, que podría oír una y otra vez, mis primos y yo reíamos de sus ocurrencias y bendecíamos tenerla en su vejez.

  Cuando mi abuela me cuidaba me sentaba en sus rodillas, me susurraba un te quiero y me hacía dormir, me arropaba y pedía por mí al cielo, era mi ángel de estrellas que no quisiera ver partir.

   Dedicado a mi abuela, con amor, tu nieta.


   Liliana Lizcano.

lunes, 11 de enero de 2021

Aprendiendo con mamá en casa

Aprendiendo con mamá en casa



   ¡Hola a todos!, hoy les quiero compartir algunas actividades que les pueden ser muy útiles con sus niños.  Hoy Leandro disfrutó trabajando con tempera, y David realizó algunos ejercicios en el área de matemáticas y en el área de Castellano con los adjetivos y sustantivos propios y comunes, recordemos que los adjetivos cumplen con la función de darnos información (características del sustantivos) y el sustantivo es el nombre que le damos a todo lo que nos rodea o existe, en este caso los sustantivos propios son aquellos como los nombres o apellidos de las personas, nombres de países, ciudades, ríos, y por ser nombres propios van con mayúscula.  Empecemos con la actividad de Leandro.


Te dejo las fichas de trabajo para que puedas imprimirlas o dibujarlas y así poder utilizarlas con tus niños.






Ahora vamos con la actividad que realizó David.


Son 4 actividades que te serán muy útiles, si tienes alguna inquietud puedes dejar tu comentario.  Si te gustan estas actividades puedes visitarme aquí, estaré subiendo todas estas actividades que me están siendo de enorme utilidad con mis pequeños.  A continuación te dejo las fichas de trabajo, no dudes hacer tus preguntas al respecto si llegas a tener alguna duda.  



Recuerda en esta actividad lo que te explique en un comienzo sobre los sustantivos.



En esta actividad debe recortar los números que están abajo y colocarlos de menor a mayor en las tazas.





¡Tengan un buen día!.  Liliana Lizcano.








domingo, 10 de enero de 2021

El hijo pato de Cleo

 

El pollito pato

    La abuela criaba muchos animalitos, entre ellos tenía gallinas y patos, Cleopatra se había echado a poner sus huevitos por primera vez, yo estaba emocionada, habrían pollitos, ¡me encantaban!, días antes una pata había puesto también, pero abandonó al huevo, no siguió empollando, yo pensé que sería buena idea colocarlo con los huevos de Cleo, para que así el patito pudiera vivir, no creía que esto le fuera a ocasionar algún problema.  Pasaron los días y los huevos de Cleo empezaron a abrirse, todos amarillitos, el huevito de pata aún seguía allí, hasta que empezó a romperse, se veía algo amarillito, Celo observaba esperando jajajajajaja aún recuerdo la cara de Cleo al nacer su último "hijo", al nacer el patito, Cleo lo veía de forma extraña, era evidente que al verle el pico lo vio raro, era amarillito como sus otros hijos pero tenía su pico como el pato que era, así que pues ni modo, los sacó afuera a enseñarles a comer, a buscarle lombrices y así, mientras comían Celo le vio las patas a su hijo adoptivo, le vio las patas diferentes y empezó a picotearlas, tal vez creyendo que podría arreglarlas jajajajajaja, bueno, siguió paseando con sus hijitos por el lugar hasta que pasó por un pequeño estanque de agua y al patito le dio por querer meterse, y si, se metió al agua, y aquella gallina desesperada empezó a armar un alboroto, cacareaba pidiendo auxilio al ver a su hijo zambullirse en el agua jajajajaja, rodeaba el estanque con su escándalo, la pobre estaba muy angustiada, y los otros pollitos estaban viendo la escena como diciendo: "Pobre madre la nuestra con este hijo que le salió raro", era el pollito que no era pollo sino pato pero Cleopatra no podía entenderlo, ella los amó a todos de la misma manera, creo que más lo amaba a él porque estaba pendiente cada vez que se metía en el estanque preocupada que pudiera ahogarse.

   Y colorín colorado este cuento se ha acabado.   Si te gustó puedes compartirlo dando click  con los botones que están abajo.  Gracias por venir a visitar mi blog.    Liliana Lizcano.


Aprendiendo con mamá en casa (Uniendo rostros)

 Aprendiendo con mamá en casa


   Esta actividad que te comparto la disfrutaron mis niños, se trata de encontrar la mitad de cada rostro, es un ejercicio sencillo, es como armar un pequeño rompe cabezas.  Te dejo la actividad para que la puedas copiar o imprimir, sino haz tú misma tu propio diseño, puedes hacerlo con rostros, frutas, animales, etc. 







viernes, 8 de enero de 2021

Aprendiendo a sumar

 


Aprendiendo a sumar


    Te dejo esta actividad para que la puedas imprimir o copiar la idea y realizarla con los niños en tu hogar, así van aprendiendo a sumar a temprana edad.  Leandro ama este tipo de actividades. 




jueves, 7 de enero de 2021

Aprendiendo en casa con mamá (Actividad unir las mitades)

 

Aprendiendo en casa con mamá


   Quiero compartir contigo esta actividad que le encantará a tu niño y le ayudará en su destreza motora, es un ejercicio en el que debe buscar la pareja de la fruta, te dejo la ficha para que puedas imprimirla, mi hijo menor disfrutó mucho de este ejercicio mental.





Aprendiendo inglés en casa


Aprendiendo inglés en casa


   

   Siempre les he dado clases a mis niños en casa, antes de la pandemia ya enseñaba a mi hijo por mi propia cuenta, decidí subir algunas cosas que a otras mamás le puedan ser útiles para enseñar a sus pequeños, en esta clase le enseñé sobre vocabulario del clima en inglés,




  Te dejo las fichas de trabajo para que puedas imprimirlas y usarlas con tus niños






martes, 5 de enero de 2021

El cocinero

El cocinero


   Al llegar a su cocina observó que todo estaba impecable, todo en orden, extremadamente limpio, pero algo capturó su atención, una gran telaraña en el techo, ¿Cómo podía estar todo tan limpio y esa gran telaraña en el techo?, fue y agarró una escoba para quitarla pero el cocinero la detuvo sin mediar palabra, sólo con un gesto sencillo de "No, déjala allí", sonrío y abrió la nevera y le mostró los ingredientes de la preparación del día más su receta especial.  Juntos empezaron a preparar las cosas.  Ella de vez en cuando veía al techo a la araña que seguía en su tejido, dándole algunos retoques.  De pronto tres moscas entraron a la cocina atraídas por el olor de la comida, ella trataba de espantarlas, la fastidiaban a veces, algo que la irritaba, cada vez se desesperaban más por los olores y volaban por toda la cocina.  Al rato notó que las tres moscas dejaron de fastidiarla, que ya no la incomodaban, habían caído en la red de la telaraña.  El cocinero le sonrió, su voz estruendosa se escuchó en todo el restaurante y ella también rio.

   A veces hay cosas que llegan a nuestras vidas, queremos que se alejen, o no sabemos como sacarlas de nuestra vida, de pronto aparece algo tan molesto como una araña con su telaraña, nos molestamos con la araña, sin darnos cuenta que probablemente esa situación o persona, sea el canal que Dios coloca para sacar a las "moscas" de tu vida y así puedas realizar sin problemas algunos proyectos en los que encuentras tropiezo por esas moscas que te incomodan tanto en tu andar.  La próxima vez no te enojes, Dios tiene el control de cada detalle, incluyendo el de las telarañas que parecieran no tener un propósito, guarda la calma y deja que caiga en la red todo aquello que estorbe y sigue trabajando en pro de tus metas y sueños.  

   Y colorín colorado, este cuento ha acabado.


        Escrito por:  Liliana Lizcano.


Posdata:  Si crees que esto puede servirle a alguien, como te sirvió a ti, abajo hay botones para compartir en diferentes redes sociales, eso me ayudará también a mí a dar a conocer mi trabajo a otros.  Gracias por visitarme y leerme. Deja tu comentario si gustas.

lunes, 4 de enero de 2021

Un susurro llamándote

 Un susurro llamándote 


    Ella se levantó al escuchar que alguien la llamó por su nombre: ¡Paulina!, despertó asustada pues vivía sola en su departamento, al ponerse en pie, sintió un dolor de cabeza, tambaleando soñolienta, fue al baño, dio un gran bostezo frente al espejo y vio que su rostro lucía aún con ojeras, como si no hubiese descansado nada, le dolía todo el cuerpo.

- ¡Qué mala noche!, no dormí nada bien. 
Dijo Paulina mientras colocaba crema de dientes en su cepillo dental.

   Mientras se cepillaba y se miraba al espejo, se preguntaba si se atrevería ese día a dar ese enorme paso, ella anhelaba buscarlo, había pensado una y otra vez buscar a su padre, lo había estado buscando desde hace 3 años, ya tenía 28 años, y desde su cumpleaños número 25 había decidido localizarlo y saber la otra parte de su historia.  Al terminar, se duchó, y se vistió.  Fue a la cocina y la ventana estaba abierta, notó que algunas de sus plantas estaban en el piso, y recordó que algo la había despertado, como si una voz le hubiese llamado, así que sintió miedo, tal vez sería un ladrón, pensó, pero al tomar su teléfono para llamar a la policía, notó unas pequeñas huellas, y las siguió, allí estaba mirándola fijamente, un visitante felino, de color gris.

- Miau.

- ¡Casi me matas de un susto!, ¿Qué haces aquí?, no soy buena compañera, estoy sola como ves, así que necesitarás una mejor dueña.  

   De pronto, volvió a escuchar su nombre: ¡Paulina!

   Se asustó, miró hacia todos lados, pero no había nadie.  

- ¡Qué extraño!

   Tomó las llaves de su pequeño automóvil, agarró al gato para llevarlo a algún refugio de animales y se a hacer algunas compras, pues ya no tenía alimentos en su nevera. Agarró un trozo de papel de su mesa, suspiró, y salió. 

   Llegó a una fundación de animales rescatados y tocó varias veces, sin conseguir que nadie abriera la puerta, escuchaba perros ladrar e incluso voces de personas, pero nadie le atendió, así que mirando al gato le dijo:

- Creo que no tendrás más remedio que quedarte conmigo, pero te advierto que nadie me soporta, así que te deseo buena suerte, tal vez te aburras de mí pronto, tendrás techo y comida, pero no esperes caricias, ni expresiones de cariño, esas cursilerías no van conmigo.  Diciendo esto se subió al auto, y condujo a la dirección que tenía de su padre, luego de una enorme búsqueda, luego de muchos mensajes en Facebook, luego de muchas llamadas telefónicas, tenía la dirección de su padre en un papel y decidió ir.  Estacionada en un semáforo en rojo, escuchó que la llamaron nuevamente, bajó la ventanilla de su carro, para ver si el otro conductor era alguien conocido que la había llamado, pero no, el otro conductor ni si quiera la miraba.  Subió la ventana y le dijo al gato:

- He estado escuchando que alguien me llama desde que te conocí hoy en la mañana.

- Miauuu.

   Manejó 2 horas para llegar al destino, la casa lucía un poco abandonada, sucia, con mucha maleza en el jardín, tenía miedo, pero pasó, el timbre no servía, así que llamó a la puerta.  Abrió la puerta un hombre mayor, casi calvo, de barba blanca, con una gran panza, habría podido ponerse un disfraz de Santa Claus y le habría quedado bien el personaje.  Ella lo miró a los ojos, eran sus mismos ojos marrones claros que ella tenía también, detalló esa mirada, hasta que él dijo:

- ¿Qué quiere?

- ¿Es usted el señor Paul Lara?

- Si.

- Yo soy la hija de Andrea Montero.

   El hombre la miró de arriba abajo, con voz ronca dijo:

- Eres idéntica a tu madre.

- Si, tal vez, aunque no tengo sus ojos.

   Y se quedaron mirando como por dos minutos en silencio, mientras que a ella se le empezaban a llenar los ojos de lágrimas, pero Paulina siempre se hizo la fuerte y trataba de contenerse, las retenía.  Él le dijo:

- Pasa Paulina, es mucho lo que tenemos que hablar, es mucho lo que debo explicarte.

   Paulina sentía un nudo en la garganta, pero se llenó de valor y respiró profundo.  En ese instante volvió a escuchar que una voz le gritó: ¡Paulina!

  Ella abrió los ojos y miró hacia atrás, pero no había más nadie.

- ¿Escuchó eso?

- Si, creo que alguien te llamó.

- ¿Pudiste ver quien era?

- No, yo te estaba mirando a ti.

- Mire señor, yo sólo vine a decirle que no fue justo su abandono, que en verdad necesité sentirme segura en los brazos de un papá, que me habría gustado que me aconsejaras, me habría gustado sentirme protegida en los días de lluvia cuando temía a los relámpagos, me habría gustado llamarte papá, me habría gustado mostrarte mis pinturas, me habría gustado que me escucharas cantar, me habría gustado salir contigo al parque y reír, me habría gustado sentir tu abrazo, pero ya no lo quiero, ¿sabes por qué?, porque pude sola, sin ti, me hice fuerte aunque tu ausencia me dejó muchas grietas en las que se colaba la tristeza de vez en cuando, se colaban las dudas, la incertidumbre, yo sólo quería decirte eso.  

  Y corriendo se devolvió a su auto, él se quedó mirando cómo se iba, ella cerró la puerta y se marchó.

   En el camino estaba llorando.

   En el hospital, las enfermeras y el médico de guardia estaban alegres de haber revivido a Paulina, era muy joven para morir, al momento de resucitarla el doctor no dejaba de llamarla por su nombre, habían estudiado juntos al ser pequeños, y no podía creer que su amiga de la infancia estuviera tan mal con una fractura en el cráneo luego de un choque en la autopista.

Fin.

Escrito por:  Liliana Lizcano.

domingo, 3 de enero de 2021

Si lo hubiera intentado


    Si lo hubiera intentado


   Era una tarde de enero, Margaret salió a dar un paseo cansada del encierro y el hastío, había mucha nieve pero no importaba, su perro Black la acompañaba, Margaret llevaba días deprimida, sin ganas de nada, su novio la había decidido terminar con ella porque "necesitaba tiempo", pero ella sabía que la causa era otra, él había conocido a una muchacha que constantemente le mandaba mensajes de texto y que le había dicho abiertamente que ella no se opondría a tener relaciones sexuales con él.  Margaret lo amaba, y si quería estar con él, pero creía que dos semanas de novios no era suficiente como para dar un paso más, quería estar segura, después de todo, sería su primera vez. 

   En todo el camino iba pensando en eso, pensaba en su soledad, en lo mucho que si lo amaba y como todo se había esfumado, se repetía en su cabeza:  "Si lo hubiera intentado, si me hubiese atrevido", miraba también a su perro, esa mirada tierna que tienen los canes cuando miran a sus amos, y le dijo:

- Si, ya lo sé, tú lo odiabas, no sé por qué si él siempre fue bueno contigo y te traía regalos y hasta comida.

   Su perrito le seguía mirando con ojitos tiernos, de pronto su perro corre buscando de ella juego, sin dudarlo ella lo persigue y ríe, hasta que se cansan y en ese instante, una de sus mejores amigas la llama:

- ¡Margaret!, ¿Viste las noticias?

- No, estoy afuera, dando un paseo con Black.

- ¡Tu novio está en la tele!

- Ya no somos novios, y ¿Cómo es eso que está en la tele?

- Debes ver las noticias, lo acaban de llevar esposado, encontraron a una muchacha muerta en su departamento.

   Margaret no podía asimilar esa noticia, estaba impactada, colgó y se fue de inmediato a su casa, pensando en el camino: "Ahora sé que habría sucedido qué habría pasado si lo hubiera intentado...creo que después de todo no estuvo mal haber esperado y haberlo dejado irse de mi vida".

   Moraleja:  A veces nos da tristeza por situaciones que no se dieron en nuestras vidas, o por personas que ya no están, pero que amábamos mucho, cuando realmente no sabemos si Dios nos libro de algo, o si eso simplemente no nos convenía.  Por otra parte nunca debemos dudar de nuestras convicciones, porque cuando alguien nos ama buscará SIEMPRE nuestro bien, el amor siempre buscará el bien y no causarnos daño o dolor. Una persona que te amé no tiene por qué presionarte a hacer algo que no sientes que deba pasar.  Afortunadamente hoy Margaret está felizmente casada y es mamá de una hermosa niña.

FIN.
 


Liliana Lizcano.

sábado, 2 de enero de 2021

No seas tú quien apague la luz de otros

 


No seas tú quien apague la luz de otros


   Muchos nos hemos tropezado con comentarios desmotivadores, de criticas, o de juicios hacia algo positivo que quisimos hacer.  Todos en algún momento lo hemos vivido, y es cuando estamos allí que debemos comprender que esa luz que podamos estar proyectando esté molestando a otros, a tal punto que esas personas se han dedicado a tratar de molestarte.  Por desgracia un "Cantas muy mal", "Eso que haces deberías hacerlo de otra manera", "Tú deberías intentar hacer otra cosa porque esa idea que tuviste es fatal", hacen que muchas personas apaguen su pequeña luz.  Trata de no apagar la luz de nadie, si no te gusta alguien te alejas y ya, no tienes que caer en contienda con nadie, hay suficiente espacio en el mundo (y en las redes) para mostrar lo que amas hacer.  Si tú eres alguien que crees que es tu deber andar por la vida señalando a alguien por sus dones y talentos, es mejor que escudriñes en tu corazón en qué cosas eres bueno tú y brilles, nadie tiene tantas sombras como para no dar algo bueno de sí mismo.

   Y a ti que te han lastimado quiero recordarte que puedes enfocar tu energía en las personas que te aman y que siempre han estado allí para ti, que todo es efímero como para darle importancia a gente que trate incomodarte con malas palabras.  Quizás brillas tanto que tu luz les dejó ciegos, quizás eres un amanecer que otras personas necesiten ver, quizás seas un atardecer que lleve quietud a quienes necesitan una palabra de aliento, quizás seas la luciérnaga de una pequeña familia.  Sea como sea, no apagues la luz de otros y brilla con tu propia luz. 

Liliana Lizcano.

viernes, 1 de enero de 2021

Los ladrillos de Daniel

 



Los ladrillos de Daniel


   Hace mucho tiempo, en un pueblo de los Andes, había una familia que tenía tres hijos, el mayor Darío, el segundo Damián, y el tercero, Daniel.  Los tres niños tenían sueños, Darío soñaba con poder ser constructor de puentes, Damián soñaba con construir edificios, y Daniel soñaba con hacer casitas, esto no era más que la motivación de ver a su padre trabajar como albañil, quien con mucho esfuerzo sólo pudo pagarle estudios a Darío, enviándolo a la capital del país.  Damián y Darío tendrían que conformarse con terminar a duras penas la secundaria y trabajar desde muy temprana edad con él para apoyarle ya que cada vez estaba menos fuerte para desempeñar algunos trabajos.

   Darío logró su sueño de convertirse en un buen ingeniero, construyó algunas cosas de mucha importancia para la capital, mientras que Damián lamentablemente enfermó y murió, trayendo un enorme pena y dolor a sus padres, y el pequeño Daniel era un albañil, pero no cualquier albañil, Daniel destinaba un 30% de sus ganancias a llevar ladrillos y cemento para arreglar algunas casitas de las personas del pueblo, esto lo hacía en silencio con sus propios ingresos cada mes. 

   Un día su hermano Darío visitó a sus ancianos padres, para dejarles un cheque, Daniel le pidió ayuda para un proyecto en el pueblito, a lo que su hermano dijo:  "A mí me pagan por mi tiempo, mi tiempo vale oro".  Daniel suspiró y viendo a su hermano dar media vuelta le dijo: ¡Buen viaje!

   Daniel, sentía que ese sueño no podría realizarlo solo, pero en un sueño Dios le habló y le prometió apoyarlo.  Así fue, tres personas del pueblo creyeron en su sueño y en ese pequeño proyecto para restaurar algunas casitas de gente muy pobre y embellecer el parque del pequeño pueblo.  Llevó cada ladrillo, uno a uno los había reunido con mucho esfuerzo y dinero de su bolsillo. Tal vez su nombre no salió en los periódicos, quizás no está en el parque que él restauró para los niños, tampoco quedó escrito en las casas de aquellos ancianos, no hubo filmación alguna para resaltar lo que hizo, pero estoy segura que en el libro de los hechos cada obra (buena o mala) estará ante los ojos del Creador y sonreirá con todo lo que un humilde albañil pudo hacer.

   Y colorín colorado, esta historia ha acabado.


Liliana Lizcano.









 

Leamos un cuento Template by Ipietoon Cute Blog Design