jueves, 22 de mayo de 2014

Sueño

Sueño




Fue un instante...un sueño fugaz.
Te veía de nuevo, después de tanto tiempo,
después de muchos peros,
entre recuerdos y secretos,
sólo en un sueño,
y te miré con añoranza,
no hubo palabras,
simplemente nuestras miradas,
de tristeza, de nostalgia,
y recordé aquel día de octubre,
entre regalos y dulces,
entre emoción y decepción,
en el que dijiste adiós,
en el que decidiste ignorar
que alguien te amaba,
y eso debía terminar...
Sólo un sueño...te volví a encontrar,
no sentí rabia, sino ganas de llorar.

Autora: Liliana A. Lizcano.

sábado, 10 de mayo de 2014

Viejita hermosa


Viejita hermosa,
viejita linda,
gracias por darme vida,
y llevarme en tu vientre,
y aunque las cosas no salieron como se quiere,
fuiste valiente,
Dios nos bendijo al juntarnos,
Dios nos arropó sin imaginarnos...
que nos conoceríamos tú siendo mi madre y yo en tu regazo.

"Bienvenida al mundo" decía la camisita
y decidiste ser mi "llejita",
la muchachita te creció,
tiburones y soles te pintó,
te hizo trenzas y un carro del Ken como Lucí te pidió.

No tengo mucho para regalos deslumbrantes,
sólo tienes una hija escritora,
no te ofrezco nada fascinante,
sólo esta flaquita que te adora,
eso es lo que tienes viejita,
y ahora un nieto chiquitico,
que te hacer reír y le llamas "aguilillo".
este es mi regalo con cariño,
y los demás te los daré el domingo.

Autora: Liliana Lizcano.

Para mi madre, feliz cumpleaños y día de las madres llejita.

martes, 6 de mayo de 2014

Todas las niñas son princesas





Todas las niñas son princesas


   La maestra Eva escogió cuatro niñas para elegir la reina del salón y así pudiera representar a nuestra escuela, yo era nueva en segundo grado, y no sé por qué la maestra me escogió para estar entre esas niñas.  Éramos cuatro: Nathaly, Betzaida, Orlaima y yo, entonces todos los niños votaron, pero no hubo ni un voto para mí, no tenía amigos y menos siendo una nueva en el salón, la maestra me miró con ternura y me dijo para consolarme:

-         Todas las niñas son princesas en su casa.

   En el recreo varias niñas de otros salones se me acercaron diciendo:

-         Siempre ganan las populares.

   Y otra niñita llamada Carolina dijo:

-         Es injusto, nunca ganan las gorditas.

-         Pero yo aún pensaba en las palabras de la maestra Eva: “Todas las niñas son princesas en su casa.”

   Esa noche soñé con un castillo de nubes y yo tenía un vestido y corona de princesa, habían otras niñas, flacas, gordas, blancas, negras, chinitas, pelirojas y todas tenían coronas y vestidos de princesa.  Y el Rey del castillo era un señor buena gente, ya estaba muy viejo, pero parecía un niño más jugando con nosotras, jugamos con él a la rueda rueda, tomó te con nosotras, jugó muñecas, podíamos sentarnos en sus piernas, nos correteó en el jardín, trepamos árboles y lo rodeamos todas con un abrazo, fue cuando nos dijo:

-         Acá en casa, todas son mis princesitas.

  Entonces entendí que la maestra Eva tenía razón.




                                      Autora: Liliana Lizcano. 
                                     Ilustración: Sarah Preston.

domingo, 4 de mayo de 2014

La respuesta de una novia

Escribí esto como una tarea que me pusieron mis amigos escritores, nos divertimos creando historias y me dieron unas pautas, esto fue lo que salió, se los comparto: 


LA RESPUESTA DE UNA NOVIA

   Dijo que no, y salió corriendo, nadie esperaba esa respuesta, aunque el cura si, conocía muy bien a su ovejita, pero ella sin vacilar un minuto más decidió salir de la iglesia, se quitó los zapatos, los arrojó a un lado y corrió con todas sus fuerzas, su padre trató de detenerla, pero su madre lo tomó de un brazo y le dijo: "Deja que se vaya", él la miró indignado por aquellas palabras, la observó fijamente y le dijo: "¿Mujer tú sabías algo de está vaina? ¡Carajo! ¿por qué no me dijiste nada antes de hacer el rídiculo?.

   Mientras tanto, Camilo, el novio, recogió los zapatos blancos de tacón de su novia fugitiva, con la esperanza de quizás ser como aquel príncipe que le colocó la zapatilla a su amada y perdonarle su arranque de "locura" para volverla a recuperar, él estaría dispuesto a perdonarle todo, absolutamente todo, pero ella, Susan, siguió corriendo, sin parar de llorar, sin mirar atrás, la gente la miraba en las calles, aquella hermosa novia vestida de blanco y descalza era algo inusual en esa pequeña ciudad. El día anterior se había confesado en su parroquia, "No podré casarme, he pecado...hemos pecado...y este bebé no pagará las consecuencias", el padresito le decía: "Debes darle un hogar al niño, ¡No puedes echarte para atrás a pocas horas!". Sin embargo, Susan no seguiría con más mentiras en su vida, ya había cometido un error al haberse hecho novia de Camilo, y al haber dejado ir a su verdadero amor al seminario para convertirse en cura.

Autora: Liliana A. Lizcano.

sábado, 3 de mayo de 2014

Amo los días como hoy...


Amo los días como hoy; en los que los pequeňos detalles de la vida te hacen disfrutar cada latido del corazón. Las risas de tus seres amados, un encuentro inesperado de alguien que te saluda con alegría y que no veías desde hace muchísimo tiempo, encontrar un objeto perdido que hace mucho buscabas, un café con el amor de tu vida, hacer mercado y sorprenderte de cuánto te rindió el dinero aún y cuando la economía está dura, y ver a los dos hombres de mi vida jugar. Amo los días como hoy.

                                        Liliana.
 

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