Anoche me acosté a las 9: 15. De pronto escuché el celular, lo tengo encendido porque hay un gran amigo que está delicado de salud y mi amigo Ricardo en Venezuela me ha mantenido al tanto de su recuperación, así que he estado al pendiente de cualquier llamada. Pero esta vez al sonar y contestar era mi amiga, o mejor dicho, nuestra amiga Abigail, digo así porque ya mucha gente le tiene cierto cariño y ella siempre está preguntando si le mandan saludos, cual niñita risueña. En fin, me pregunta:
- ¿Aló?, ¿Estás despierta Lili?.
Yo ya estaba profunda, pero le dije:
- Si, estoy despierta (claro, me había despertado por ella, ajá, pero eres la mejor amiga, tienes que estar allí, ¿sino para qué son las mejores amigas? ¿ah? jajajajaja)
- Voy subiendo para allá, Lili.
Y entonces abrí la puerta, estaba llorando, me abrazo fuerte y se puso a llorar, la abracé, sin decir nada, ya la conozco, le cuesta abrir su corazón cuando quiere desahogarse, pero yo no soy de "escudriñar" dejo que la gente por sí misma abra su corazón si así quiere hacerlo. Le pregunté:
- ¿Una hamburguesita?.
- Si, Lili.
Entonces empecé a prepararle su hamburguesa.
- ¿Fuerte el día?.
- ¡Horrible!.
- Bueno, hay días no tan buenos.
- Es que...(Se le salían las lágrimas) salieron juntos Lili, se fueron juntos.
- ¿El Gocho y la Guara?.
- Si.
- ¿Con cebolla o sin cebolla?.
- ¿No me piensas decir qué opinas?.
Me volteo y respiré y le digo como metralleta:
- Ésa es una relación instantánea. Nosotros somos una sociedad que está acostumbrada a que todo gire en rapidez a nuestras exigencias, queremos todo para ya, creemos que el mundo debe ser así, y en búsqueda de esa comodidad hemos buscado el café instantáneo, dinero que sale de cajeros automáticos, compras con sólo un click, palomitas de maíz instántaneas, todo un mundo que se mueve rápido a nuestra NECESIDAD, y en las relaciones pasa lo mismo, pero ¿sabes qué?, la vida no es así Abigail, las cosas que son fuertes toman su tiempo, y no toman ese tiempo en base a la necesidad del otro. Lamentablemente nos tenemos que llevar golpes para aprender esta lección y yo no quiero que tú tengas que golpearte con esa roca. Ese muchacho buscó a esa muchacha por una NECESIDAD, de su corazón, de sus carencias, no partiendo desde su abundancia, él iba por buen camino contigo, cuando te encontró halló algo en ti que capturó su atención, pero otra distrajo lo que Dios le colocó, porque cuando encuentras un diamante en bruto, te asombras con un vidrio que brilla con el sol, mucha gente te dirá: "Es que tú no te avispaste", "es que tú fuiste tonta y no estuviste detrás de él", "Es que bla bla bla", pero no Abi, (yo respiré profundo) no quiero que esto suene a sermón o regaño, sólo quiero que abras los ojos.
- Continúa Lili, te estoy escuchando y sé que tienes razón, necesito escuchar esto por duro que suene.
- Yo creo que él vio en ti el ser maravilloso que eres, pero él está en un nivel de carencia emocional y espiritual, por eso cuando ella se mostró como lo hizo en seguida dijo: "Aquí fue", y las relaciones toman tiempo, tú como no estás partiendo desde la necesidad o la carencia no tuviste que mostrarte lanzada, fuiste amable, noble, él notó algo de ello, pero él quería algo más accesible, más lanzado, y está bien, está en su derecho, sin embargo, te voy a decir algo que me dijo el papá de mis hijos una vez: "Perdí mi diamante por recoger un vidrio", más tarde ese caballero cuando a parte el físico y se vaya el humo de esa carencia afectiva que seguirá allí, porque venga quien venga, si no te amas tú primero nadie va a llenar eso, él volverá a ti, más sincero, porque esa relación está pronosticada al fracaso, pero hay que dejar a la gente aprender por sus propias experiencias, a veces nos tienen que doler las cosas para asimilarlas y percatarnos de nuestros errores, te digo esto por el nivel de confianza que tenemos, yo dejo que la gente viva sus idilios, pero sé que eso ya tiene rasgos para una ruptura.
- ¿Por qué?.
- Por todo lo que me has contado de ella, le funcionará su atractivo físico durante un tiempo, y su manipulación, pero ese hombre en algún momento va a conocer el alma y el corazón de ella. Y no le va a gustar lo que verá luego. Cuando regrese, porque va a regresar, lamentablemente, ya tú no estarás interesada. O quien sabe si cuando regrese a ti tenga la madurez para decir, me equivoqué con fulana, tú siempre me gustaste y me interesabas pero fui un idiota. Mientras tanto usted se va a comer esta hamburguesa brutal y majestuosa.
Y le serví, a ella se le salían las lágrimas pero comía.
- Te voy a contar un cuento. Había una vez un hombre que iba caminando muy feliz, de pronto salió un tigre a su encuentro y lo empezó a perseguir, él con todas sus fuerzas corrió para salvarse, pero era casi imposible escapar, el tigre venía dispuesto a comerlo. Él hombre vio un precipicio, y con la esperanza de salvar su vida y escabullirse, se lanzó y logró sujetarse a una rama que estaba justo lista en su camino para que pudiera permanecer seguro, el hombre respiró sintiendo que al fin había logrado despistarlo y trataría de bajar cuidadosamente, pero el tigre bajó, y se echó para esperar a que el hombre bajara, sin dejar perder su presa, pasó la noche y el hombre se durmió sentado allí, sujetándose, ya en la mañana vio una cereza, ¡que no había visto antes!, la tomó y sació su sed, tenía varias para calmar su hambre y su sed. Fin. ¿Te gustó?.
- ¿Qué?, ¿eso es todo?, ¿y el final?, ¿qué pasó con el hombre, con el tigre?.
- Eso no es importante, lo importante fueron las cerezas.
- ¡Qué cuento tan malo!, necesita un final, donde el hombre se salve del tigre.
- El tigre no importa Abi. El tigre es la muerte, y va tras todos, todos vamos a morir, lo importante son las cerezas, mis cerezas son cuando voy a buscar a mis niños y salen corriendo felices a abrazarme cuando salen de sus escuelas, cuando escucho a mi mamá darme la bendición y decirme que está bien, cuando te veo a ti comiendo con una enorme sonrisa, como la que tienes ya, claro las cerezas no las veíamos, las mejores cerezas fueron la de la infancia, las del pasado, aquella vez en la que amaste con tantas fuerzas, cuando diste lo mejor de ti...cuando a pesar del cansancio de la carrera tomaste esa cereza de la vida, ese encuentro con los amigos, las risas juntos, el abrazo oportuno...ya no llores Abi.
- ¿Cómo lo haces, Lili?.
- Fácil, esa hamburguesa la hice de pollo, picas los vegetales, salsa, pan y ya. (Yo sabía que ella no se refería a la hamburguesa, pero quería bromear)
- ¡Liliiiiiiiiiiiii!, yo no hablo de la hamburguesa, hablo de ¿cómo haces para ser así?, ver todo lo bello aún en lo malo.
- Aprendí.
Y bueno la hice reír con algunas ocurrencias, y se fue a descansar, yo caí como ronca, me levanté temprano a trabajar y bueno ahorita estoy buscando donde los Panchitos pescados y mariscos.
Lili.