lunes, 12 de diciembre de 2016

Hecha para ti




Hecha para ti

Cae la noche y en mi mente tú estás,
deseando con ansias los besos que me das,
es entonces cuando siento que mi mundo no gira sin ti,
que eres mi mejor motivo…mi razón para sonreír.

Ven corriendo a mi lado…te necesito mi amor,
necesito estar en tus brazos y sentir tu corazón,
latidos que me hablan de cuánto me amas vida mía,
que soy la dueña de tus besos y de cada caricia.
No soy perfecta pero sólo sé que si soy
La mujer hecha a tu medida
A la medida de tu corazón.



Autora:  Liliana A. Lizcano

sábado, 10 de diciembre de 2016

Enamorada.



Enamorada

Enamorada de tu risa y tu mirada,
enamorada de tus brazos donde estoy abrigada,
enamorada como quinceañera ilusionada
sintiendo mariposas volando en mi alma
como el sol entre las nubes  o la lluvia en la montaña,
como los besos que sueño cada día recibir de ti en la mañana,
enamorada de quien eres y lo que me haces sentir,

deseando a tu lado un porvenir.   

Autora: Liliana A. Lizcano

viernes, 9 de diciembre de 2016

Sin palabras



Sin palabras


Hay cosas que no llevan palabras,
susurros del viento,
melodías de instrumentos,
un suspiro después de un tierno beso,
así que no podría decir con palabras lo que en este instante quisiera hacerte saber,
porque...

¿Qué palabras podría hallar para decirte que hoy te extraño y te amo más que ayer?.

Autora: Liliana A. Lizcano.

miércoles, 7 de diciembre de 2016

Cosas de la lluvia

Cosas de la lluvia



Cae la lluvia en las calles de Valencia
y se escucha la queja de alguien que se lamenta:
“¡Se me va a dañar el secado!”
Y saltaba como gato
Sin dejarse mojar,
Sin parar de refunfuñar.

Cae el palo de agua
¡Y nada que escampa!
Pero es hazaña
Salir a jugar
Para todos los muchachitos
Que salen del colegio
Y van corriendo
Pisando cada charco,
Con los bolsos en la mano,
Se escucha el padre angustiado:
“¡Te vas a enfermar!”
“No jombre papá, ¡Eso no va a pasar!”
Grita el chamo entusiasmado,
Tropezando con una mujer,
La que va apuradita a comer,
Y va pensando en su bebé,
Que luego ha de recoger en la guardería,
Para luego al terminar el día,

Hacer poesía y recordar la lluvia que hoy caía.

Autora:  Liliana A. Lizcano

martes, 6 de diciembre de 2016

Te amo hijito

Te amo hijito

Amo tu risa, es la mejor melodía.
Amo tu mirada que ilumina mis días.
Amo cuando dices: “mamá”, es el regalo más bello que me puedas dar.
Amo ver tu carita con alegría,
¡Me llena el corazón de tanta dicha!.
Amo amamantarte sabiendo que te proveo el mejor alimento,4amo cuidarte y darte sustento.
Amo verte dando tus primeros pasitos
De aquí para allá como un pingüinito.
Amo la conjugación del verbo amar, porque contigo no escatimo nada de lo que te pueda brindar.
Yo te amo hijito, amo amarte…Tu mamá.

Liliana Lizcano.


lunes, 5 de diciembre de 2016

Pequeño Caballero

Pequeño Caballero


Pequeño caballero,
Me has llenado de alegría,
Eres razón de poesía
Y de la sonrisa mía.

Pequeño caballero,
Tu papá y yo amamos tu presencia
Y te esperamos con dulce paciencia,
Mirando tu crecimiento…
…agradecidos con Dios
Que te ha dado aliento.

Pequeño caballero,
Tu mamita te ama tanto,
Al saberte huyó el llanto
Y sólo hay espacio para la dicha,
Eres tú gracia bendita,

Regalo del Todopoderoso en mi vida.

Autora: Liliana A. Lizcano.

domingo, 4 de diciembre de 2016

La Odisea del Venezolano

A cada venezolano y venezolana que día a día
se sube a un autobús y vive toda una odisea.


LA ODISEA DEL VENEZOLANO



La Odisea del venezolano
Que trágica experiencia la del venezolano,
que al llegar un nuevo día tiene que ser osado
lanzándose a un autobús medio escachalandrado,
va pegando la carrera, saltando de lao y lao,
alcanza su meta que es estar montado,
ni siquiera estás adentro cuando sin mucho hablar
¡te van cobrando el pasaje así no te puedas agarrar!
¡un poquito para atrás por favor!
grita amargado el pobre colector
no han pasado cinco minutos cuando te tienes que arrimar
y no falta un ocioso que te lo quiera restregar.

"Yendo" todos como sardinas en lata
no falta uno que se la pase de rata,
metiendo la mano y sin decoro
nunca falta uno que sea choro,
no obstante pela el ojo el que va leyendo la revista
y se escucha desde el fondo: "¡Un carterista!"
es muy tarde, ya se bajó
pegando la carrera aquel hampón.
luego que todos insultan al chofer,
no hay nada que lamentar, nada que hacer.
“¡En la parada señor!”
sigue de largo sin prestar atención,
lleno de molestia e indignación
el pasajero piensa de nuevo en la petición
pega el grito una vez más:
“¿Me vas a llevar a tu casa? ¡Déjame aquí!”
todos de la exclamación empiezan a reír
sin nada que reclamar, sin nada que decir,
algunos optan por callar,
otros por maldecir,
mira muy enojado por el retrovisor
y pega aquel frenazo pa que se vaya de sopetón,
“¡Si quieres te vas en taxi!”- le grita el colector,
y sin palabras que mediar te calas el abusador.

De pronto un tropezón,
un codazo y un jalón,
te hacen acomodarte hacia atrás,
y mucho cuidado con pestañear,
porque en un autobús todo puede pasar,
se monta el que pide y el que vende
"agarre el paquete que no pica ni muerde"
y el otro sólo pide real,
porque a un amigo lo van a enterrar,
o está el otro que por enfermedad
a una clínica no tiene accesibilidad
y no le queda otra que mendigar.

Pero si usted quiere entretenimiento
eso va a tener en su asiento,
pues nunca falta el que contesta el celular
no se queda en un mero saludar,
sino que entre cuento y cuento te vas a enterar
un culebrón difícil de explicar,
también están los viejos que de reojo miran
a la señora que va sentada con el escote,
sus cuellos bastante estiran
para verle los cocos
dándoles tortícolis en los cogotes,
por estar de ociosos y de coyotes.

Al fin llegas a tu destino
te tienes que bajar
mucho cuidadito cuando vayas a pisar,
porque no te has bajado cuando ya están arrancando
y se quedan con el vuelto que no te habían dado.
Y así termina la odisea del venezolano,

diciendo al bajar: "si estoy salao".

Autora:  Liliana A. Lizcano.

Me cuenta la Luna


Me cuenta la Luna


La luna me contó de tu desvelo,
que me buscas en tus sueños
y sólo ella sabe
la tristeza que te invade
por yo no estar junto a ti,
que no sabes estar sin mí
y disimulas,
navegando en tus dudas
cuando cae la penumbra
el corazón se te arruga…
…Me lo ha contado la luna…
que por mí lloraste
y las lágrimas ocultaste
para que nadie se percatase
que por mí suspiraste.
Me cuenta la luna
que ya no sabes enamorarte
que tuviste que conformarte
y te paseas por tu pasado
sin haber olvidado
aquel beso robado.
Me cuenta la luna que por mí preguntas
y en tu recuerdo escuchas
la calidez de mi voz,
me lo cuenta la luna…
me lo dijo en secreto…
antes que llegara el sol.

Autora:  Liliana A. Lizcano.


 

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