Cuando renuncias a alguien no es porque no te importe sino porque te diste cuenta que tú no le importabas a él. Así que no permanezcas donde sabes bien que no valdrá la pena. No mendigues amor, no pidas que luchen por ti, porque cuando un hombre ama te hará feliz, no desdichada. Ahorra tus lágrimas, que cuando llegue el caballero indicado entenderás por qué jamás funcionó con la otra persona. Liliana.
viernes, 10 de agosto de 2012
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