jueves, 28 de mayo de 2020

La libreta rosa

La libreta rosa
Escrito por: Lili 

   En el 2006 un joven llamado Marcos subió en una camioneta de transporte con ruta hacia la Castrera, un lugar en Valencia. Cuando fue a sentarse lo hizo al lado de una persona que al bajarse le dejó una libreta color rosa, diciéndole:

- Es de la muchacha pelirroja que se sentó atrás, se la sostuve porque iba de pie, se le olvidó pedírmela, debo bajar.

   Diciendo esto, le entregó a Marcos la libreta. Él trato de ver hacia atrás, para tratar de ver a alguna mujer de cabello rojo, pero el transporte iba muy lleno.

   Así que Marcos iba viendo por la ventana y cada vez que alguien pedía la parada, prestaba atención para ver si devolvía la libreta. En un momento de esos, alguien lo llamó por celular. Eran sus amigos que ya lo esperaban para almorzar. Y mientras hablaba con ellos, una joven de cabello largo y rojo se bajó del transporte. Si, era la dueña de la libreta.

   Él gritó y pidió parada para bajarse y devolver la libreta, pero el conductor le respondió:

- Llevo media hora en esa parada ¿y ahora te quieres bajar? ¡Abusador!

- Señor, por favor, ¡Deténgase!

- ¡No! Ya cambió la luz.

   El conductor lo dejó en la siguiente parada y Marcos se bajó corriendo hacia el lugar donde la joven se había bajado.  Marcos miraba de un lado a otro sosteniendo la libreta rosada, caminó un poco pero no logró verla. Se sentó por un instante en las escaleras de un centro comercial y abrió la libreta con la esperanza de hallar un número telefónico y así localizar a la dueña y entregar la libreta.

   Abrió el cuaderno, pero no consiguió ningún número, decidió ver algunas hojas, en la primera estaba el dibujo de una lágrima, dentro de la lágrima había un poema, dedicado a alguien que había muerto, Marcos lo leyó y sintió en cada verso la intensidad del sentimiento.

   Era un poema hacia una madre que ya no estaba, Marcos se sintió reflejado en ese escrito, pues ya no tenía a su mamá con él. Respiró profundo y cambió la página, se encontró de pronto leyendo un escrito muy personal de la joven, no era una simple libreta, ¡Era un diario!

   Tenía dibujos, poemas, y anotaciones de sus días. Marcos se sintió tentado a seguir leyendo, en eso, sonó su celular:

- ¡Te estamos esperando! Marcos, ¿En dónde estás?
Eran sus amigos.

- ¡Voy en camino!

   Se puso de pie y tomó otro transporte, llevando con él la libreta.
En la comida, Marcos callaba, con un silencio con el que jamás le habíamos visto. Sus pensamientos estaban en lo que había leído en la libreta rosa, en el recuerdo de aquella cabellera roja y larga de la silueta de aquella joven que bajaba de prisa.

   Él sentía la necesidad de irse y seguir leyendo sin parar lo que ella había escrito y tal vez conseguir alguna pista de cómo hallarla nuevamente.

    El grupo de amigos se dividió un grupo para estudiar y otro grupo para practicar con sus instrumentos musicales unas canciones. Marcos estaba distraído, con sus pensamientos volando. Cerca estaba Pecas, una muchacha a la que apodaban así. Irónico porque ella no tenía pecas, pero esa ya es otra historia. Pecas notó el silencio de Marcos, ella iba a preguntarle qué le ocurría pero llegó la mamá de uno de los del grupo con tequeños y Pecas como es la más lambucia del grupo se puso a comer.

- ¡Agarra tequeños Marcos!

- No señora, quedé lleno, gracias. Pecas puede agarrar los míos.

   Y Pecas ni corta ni perezosa agarró seis tequeños más y los metió "Caleta" en un pote Mavesa que siempre cargaba para las reuniones musicales.

Mientras ella comía, Marcos rompió el silencio:
- Pecas, una pregunta

- Si, dime.
   Dijo pasando el tarugo de tequeño.

- ¿Has sentido que conoces a alguien sin conocerle?, Como si sintieras que esa persona refleja mucho de lo tú puedes llevar por dentro.

- Eh...No.

   Y siguió comiendo tequeños, Marcos se sentó a su lado en el sofá y mostrando la libreta rosa le narró a Pecas todo lo que ya les conté yo a ustedes. Ella peló sus ojos, curiosa de abrir la libreta, pues ella también escribía un diario y en ellos dejaba sus poemas y vivencias.

- ¿Puedo?
Preguntó ella para agarrar la libreta.

- Si.

Se impresionó por la belleza de la escritura y de los poemas. Dijo:
- ¡Debes devolverla! Contiene muchas cosas que deben ser importantes para ella.

- No sé su nombre.

- Tal vez leyendo su diario podamos tener alguna idea de dónde vive o estudia para ir.

   Y mientras todos estaban en lo suyo, estos dos panas se sentaron en el patio de la casa a romper la privacidad de aquella joven leyendo su vida, buscando alguna información para poder localizarla y al mismo tiempo conociendo el corazón de una persona asombrosa y muy humana.

   No habían terminado de leer las primeras hojas que correspondían al mes de Junio, cuando la mamá de la chica pelirroja murió, Marcos y Pecas lloraban, leyeron todo lo que ella pasó y el desenlace de aquella muerte. En eso alguien notó que los muchachos lloraban y se acercó. 

- Aaaay valeeeee, ¿Ustedes dos como que son novios y terminaron?

   Ambos jóvenes miraron con desagrado a Castro.

   Perdonen que haga una pausa pero debo decirles quién es Castro, es un personaje que en esta historia tendrá mucho que ver. Este muchacho era sumamente guapo, pero cuando lo conocías a fondo, era un engreído, un gran artista de la música, si, pero algunos hechos de su vida lo llevaron a ser pedante y creerse superior a los demás. Pecas lo trataba porque era muy amiga de la hermana de él, incluso había llegado a pensar que Castro era un muchacho sumamente atractivo, pero un día lo escuchó decir: "Todas las mujeres son iguales, todas quieren lo mismo", a Pecas le encantaba ese chico pero vio su transformación de bien para mal y lo descartó, sólo lo tenía como un pana. Castro se sentó con ellos. Marcos le contó todo lo de la libreta y por qué estaban llorando. Grave error. ¡Nunca digas tus asuntos a personas que no sean tus familiares a amistades más cercanos!

   Cada vez que se reunían Marcos y Pecas leían juntos el diario y llegaba Castro a escuchar.

- No deben haber muchas pelirojas en Valencia.
Dijo Castro.

Continuó diciendo:
- Las personas pelirojas no son comunes.

Pecas dijo con un poquito de Sarcasmo:
- Tranquilo que la dueña de la libreta no es Sandy Aveledo.

Lo dijo porque Castro tenía una obsesión con esa locutora.
de Valencia, que es pelirroja y era muy famosa en la radio.

- Te apuesto a que estudia Arte.
Dijo Castro cortando una manzana.

- Es posible.
Dijo Marcos.

En eso ellos vieron que Pecas leía  algo en la libreta.
- ¿Qué pasó Pequitas?

- Muchachos ¿Qué significa orgasmo?.

Los dos jóvenes soltaron la risa.

- ¿No vas a saber Pecas?
Dijo Castro

Marcos veía con ternura a Pecas y le dijo:
- ¿Es en serio?

   Pecas sintió que metió la pata, que estaba haciendo el ridículo y lo peor era que no sabía por qué, y le respondió:
- Tomen su estúpida libreta.

   Ellos dos se quedaron leyendo más de la libreta, Marcos nunca debió confiar en Castro. Mientras tanto Pecas se fue a charlar con otro de sus amigos, al que llamaban el loco de los muertos y como a él le interesaban los temas sobre la muerte, Pecas le contó la tragica muerte de la madre de la chica pelirroja. En seguida se ofreció para tocar la libreta porque quizás podía "ver" algo. Al chamo lo pensaban loco, Pecas no lo creía loco, sabía que tenía un don bastante extraño y fuera de lo común.

- Pide la libreta un momento para tocarla.

- No puedo, me peleé con los chicos.

- Sabes bien que no puedo hablar con todo el mundo sobre este don, trae la libreta y la tocaré a ver si puedo ver a la chica.

- Van a llamarte loco de nuevo.

- Quedará el secreto entre tú y yo. Anda, debemos localizarla.

   Marcos y Castro encontraron pistas en la libreta de dónde hallarla. La muchacha iba al cine todos los jueves, a Cines Unidos en la Granja, Naguanagua, un centro comercial pequeño de Valencia, ella pegaba en su diario las entradas del cine.

   Marcos fue a decirle a Pecas y ella aprovecho de pedirle la libreta.

- ¿Para que la quieres?

- Es que...eh...un amigo quiere tocarla un momento y tratar de localizar a la chica.

- ¿Y tú crees en esas pendejadas? Pecas, Ricardo está loco.

- No lo está. Lo he visto hallando cosas.

- Ah si, un médium jajajaja.

- No le digas así. Mira, él dice que todos tenemos energía, nuestras madres saben cuándo estamos en aprietos, tienen un sentido desarrollado, todos los seres humanos tienen ese don de sentir.

- Pecas, no. No me traigas al loco de los muertos.

En ese momento Ricardo apareció por detrás con su guitarra:

- ¿Vas a practicar tu parte si o  no?...ah, mi nombre es Ricardo, no vuelvas a llamarme como dijiste antes.

Marcos de forma burlista dijo:
- A ver, si tanto ves ¿Cómo se llama la chica?, ¿En dónde puedo hallarla?.

- ¿Quieres en verdad saber o esto es una burla?

   Marcos pensó su respuesta, no tenía nada que perder y le dio la libreta.

   Ricardo buscó otro lugar, cerca de la cocina, allí Pecas y Marcos observaban como Ricardo murmuraba algo así como: "Padre y Creador ¿Me das tu permiso para ver y entregar está libreta a su dueña?".  Su frente empezó a ponerse con sudor, tenía los ojos cerrados, seguía escurriendo sudor por su cara. Abrió sus ojos y dijo:

- La muchacha se llama Valeria, vive en Naguanagua, vi su casa pero Naguanagua es muy grande. Lo siento mentalmente quedé agotado. Debes devolver esta libreta de inmediato. La necesita.

Y diciendo eso salió de allí, con su rostro serio que lo caracteriza, volteó y le dijo a Pecas: No te metas en ese asunto.

   Pecas lo alcanzó y le preguntó a Ricardo por qué dijo eso. Él le respondió: "Él había recibido un regalo pero dejó que otra persona se metiera en el asunto", apuntó con la boca señalando a Castro, señalar con la boca es algo que en Venezuela usan muchas personas.

   Llegó el jueves y Marcos se fue con Castro al centro comercial que les dije, con la esperanza de hallar a la joven, Marcos iba ilusionado, pero Castro también iba con expectativa y curiosidad.
Mientras tanto en la Av. Bolívar de Valencia a la altura del Ateneo estaba Pecas. con Ricardo y otros dos amigos; Arturo y María.
Estaban tomando café y comiendo unos panes muy buenos que vendían en una panadería de allí. En eso entra una muchacha pelirroja. Ricardo y Pecas se miraron.
Ricardo le dijo a Pecas:

- No te metas. Deja ya el asunto.

   Pecas estaba inquieta y preocupada, sentía que debía preguntarle: "¿A ti se te perdió una libreta rosa?", la muchacha compró golosinas y salió a la parada. Los muchachos también salieron y Pecas la veía con la curiosidad, la muchacha fue a subir al transporte y Pecas gritó:

- ¡Valeria!

  La joven volteó hacia donde estaba el grupo, los observó tratando de saber quién había pronunciado su nombre, el colector le pidió que subiera y se fue mirando de forma extraña por la ventana a los jóvenes que también la veían a ella. 

  Valeria llegó al Centro comercial La Granja. Marcos y Castro estaban sentados en unas mesas que hay en el lugar, con sillas naranja. Castro la vio cuando entró, Marcos estaba de espalda. Castro no dijo nada, disimuló, pero al ver a aquella joven pelirroja se activó su instinto cazador, la vio hermosa, llevaba un vestido que se ajustaba a su silueta, su cabello rojo estaba suelto y le llegaba casi a la cintura, su rostro aunque estaba lleno de pecas era un rostro de ángel, su piel era como porcelana, tenía un gancho en su pelo. Allí estaba Castro, aullando por dentro como un lobo. Le dijo a Marcos:

- Ve y compra sushi, dame tu número de cuenta para depositarte y compra, mientras yo voy al baño.

   Si, ya lo imaginan, Castro era muy astuto. Marcos se fue y Castro hizo que iba al baño pero fue a buscar a la joven. La vio haciendo la cola y buscó conversación con ella. Como ya la conocía por las cosas que escribía la muchacha en su diario, fue fácil para él sacarle conversación y que ella disfrutara de hacer la cola con un tipo tan guapo. Entraron al cine juntos, él le mandó un mensaje de texto a Marcos diciéndole: "Tuve que irme".

   Marcos se sentó a comer solo y luego se marchó. Bastante triste de no haber hallado a la muchacha de la libreta.

   Me gustaría decirles que en la vida real todo se soluciona de inmediato, o que es fácil poner un punto final a la historia diciendo esto termino de tal manera, pero en aquel 2006 las cosas para todos siguieron "normales", el tema de la chica de la libreta quedó sepultado, menos para Castro que la seguía viendo y la estaba conquistando, para todos los demás era ajeno lo que estaba sucediendo entre ellos, ya que Castro calló el asunto y no reveló a Marcos que ya había conseguido a la chica, por el contrario siguió fingiendo ser su amigo para leer la libreta, incluso se la llegó a pedir, pero Marcos no accedió. Valeria, la joven peliroja, le llamaba la atención Castro, y es que cualquier muchacha se fijaría en él, además que con su labia de empresario (su padre tenía una pequeña empresa) trataba de conquistar a las muchachas no sólo con el físico sino también diciendo lo exitoso que era, si, era un muchacho bastante brillante, pero con el alma hueca aunque él decía que los demás eran unos cabezas huecas, él tenía el alma hueca. 

   Los jóvenes se seguían reuniendo, para estudiar, para hacer música a veces o simplemente celebrar algún cumpleaños del grupo.  Llegó el 2007 y un día vimos a Castro hablar por teléfono con alguien, se puso nervioso y se fue a parte.  Era Valeria, los demás seguían en lo suyo, mientras que él hablaba con la joven.  En todo ese tiempo Castro trató de conquistarla, pero ella no era una muchacha fácil de convencer, pues estaba pasando por duelos en su vida.  De pronto él volvió al grupo con una sonrisa de oreja a oreja. Alguien le preguntó:

- ¿Qué?, ¿Te ganaste la lotería?

- No, pero al fin alguien va a ser mi novia.

- ¿Cómo? y ¿qué harás con Yohana?, ¿no es ella tu novia pues?

- Si, pero hoy la corto, debo ir por una experiencia nueva y he invertido mucho de mi tiempo en alguien más.

   ¿Ahora se dan cuenta por qué Pecas no veía con buenos ojos a Castro?, ¿Ven por qué Marcos nunca debió compartir con él las lecturas de aquel diario?, nadie se imaginaba nada, que esa nueva novia pudiera ser Valeria.  Y si, se fue de allí contento con su instrumento musical, con su aire de Don Juan. Aquella misma tarde mandó un mensaje de texto a Yohana diciendo en voz alta a los demás: "Miren hombres, así se termina, sin mucho drama:  Yohana, creo que debemos darnos un tiempo, no me escribas más por favor".

María una chica que estaba allí dijo:
- ¡Te pasaste de rata!

- María, así es la vida, así es el amor.

   Pasaría quizás un mes, no se le volvió a ver a Castro en el grupo, pero un día en el cumpleaños de Marcos, todos estaban hablando, mientras la mamá de una de las muchachas del grupo estaba preparando unas hamburguesas y llegó Castro, en la camioneta del papá de él.  Pecas se asomó por la ventana para ver quién era, y Castro abrió la puerta, una pierna femenina se dejó ver bajar y luego la otra, era Valeria, la joven pelirroja. Pecas no sabía que hacer, siguió comiendo tequeños intrigada con el asunto, recordando solamente que una vez Marcos y Castro iban a buscar a la muchacha pero eso había quedado hasta allí. No, no había quedado allí, Castro jamás había contado nada. Su error estuvo al llevarla a la reunión para presumir de su conquista, quizás no habría pasado todo lo que después ocurrió.

  La muchacha entró y él la presentó:

- ¡Hola muchachos!, tengo el gusto de presentarles a Valeria, mi novia.

   La joven era muy linda, no sólo por fuera, en su trato fue agradable para con todos allí, era sencilla y muy noble, Castro era un lobo y ella algo así como una pequeña liebre, sin imaginar lo que había pasado allí estaba la joven, compartiendo con todos, al otro lado estaba Marcos observándola, y llamando a Pecas le dijo:

- Es ella, Pecas, es ella.

- ¿Le dirás que tienes su libreta?

- Si.

   No había terminado de hablar cuando Castro le dijo:
- Amigo, en la guerra y el amor todo se vale, llevo mucho tiempo saliendo con esta chica, por favor no lo arruines todo con lo de la libreta, si la vas a entregar no digas que yo leí cada palabra de ese cuaderno.

   Marcos se le quedó mirando molesto, Pecas empezó a toser como para romper el hielo y retirarse de allí.

No pasó ni 5 minutos cuando Marcos buscó a Pecas y le dijo:
- ¿Qué hago?

- Preséntate y habla con ella, sin meterte en problemas con Castro, no puedes decirle que se vaya porque la chica se irá también y de paso esta no es mi casa o la tuya para correr a Castro.

   Los muchachos cantaban, otros ayudaban con la comida, y Valeria estaba sentada, cuando Castro se fue con uno de los muchachos que hizo el favor de distraerlo preguntándole algo de su camioneta, Marcos se acercó:

- ¡Hola!, ¡Soy Marcos! mucho gusto.

- ¡Un placer Valeria! Oye ¡Feliz cumpleaños!, me gusta tu franela.

- Gracias.

- Te gustan los animales por lo visto.

- Bueno, la verdad es que fue un regalo de Pecas.

   Dijo Marcos, señalando a su amiga y esta estaba saludando atarugada de tequeños viéndolos desde lejos saludando con una de sus manos.

Valeria le dijo:
- Me parece que conozco a esa muchacha de otro lugar.

- Es probable, ella y su amigo Ricardo suelen ir a funerales en la ciudad.
Hubo un silencio y Marcos no sabía cómo hacer antes que llegara Castro y le dijo:
- "Hay cumpleaños tan vacíos, donde quisieras tener la llamada por un momento de la persona que más te amó" (Eran palabras del diario de Valeria) Extraño a mi madre, este cumpleaños no es igual sin ella.

Valeria se le quedó mirando.  Marcos siguió:

- Yo...yo quiero decirte que...que a veces...

- ¿A veces qué?

   En eso entró Castro y viendo la cercanía de la conversación y la mirada llena de ternura de Valeria hacia Marcos, le dijo:

- ¡Nos vamos!

- Pero ¿por qué mi amor?

- Debo llegar temprano a mi casa con la camioneta.

-  Aún es temprano.

- Pero tengo otras cosas que hacer, mi vida.

Marcos le dijo:
- No te preocupes, nosotros la llevamos. ¿VERDAD PECAS?

Pecas levantó su dedo pulgar en señal de aprobación mientras que seguía colocando más pasapalos en su plato.

- Está bien Marcos.

   Valeria se puso de pie, y Castro le dio un lenguazo delante de todos.  Ella se avergonzó mucho al punto que parecía un tomate de lo roja. Antes de irse, Castro se acercó a Marcos y le dijo: "Ya sabes que si me echas paja, te irá mal".

   Castro se fue, y en ese rato Marcos y Valeria se sentaron a charlar, reían e incluso bailaron una pieza de música juntos.  Llegó el momento de irse y Marcos decidió ir a llevar primero a Valeria que vivía más lejos, dejamos a alguien más en el Centro de la ciudad y en el viaje Marcos decidió romper el silencio sobre la libreta.

- Valeria, hay una libreta rosa que me conseguí, sé que es tuya porque te bajaste apurada del transporte en el que ibas y no pude devolverte tu cuaderno. Traté de hallarte pero el cuaderno no tenía tu nombre.

Ella estaba seria, como sin entender o tratando de buscar en su memoria algo.

- ¿Cómo sabes qué es mía entonces?

- ¿Nunca perdiste una libreta color rosa?

   Ella callaba, Marcos giró el volante y tomó dirección hacia su casa para buscar la libreta.  Llegamos, ambas esperamos y él volvió al carro con la libreta y se la entregó.  Ella la abrió.

- Efectivamente, es mi libreta.

   El silencio se hizo como eterno en el camino, Pecas se sentía incomoda y sacó su perolito de pasapalos de la cartera que siempre llevaba a esa casa "pa´Pola" (Para por la noche jajajaja es que esa señora cocinaba muy rico, no culpen a Pequitas)

- ¿Quieren tequeños? Están ya fríos pero están buenos todavía.
Dijo.

   Marcos la miró por el espejo como si tratara de pedir auxilio.  De pronto Valeria rompe el silencio y le empieza a indicar el camino ya que ibamos llegando a Naguanagua, llegamos y nos pidió dijo:

- No se vayan, ya vengo.

Y regresó con peluches, un globo, en una caja que quién sabe qué cosas contenía.

- Me hacen el favor y me llevan a la casa de  Fulanito Castro (jajajaja chamo no me demandes si lees esto, pero a conciencia que eras una plaguita) bueno, Valeria iba llorando por el camino, callada, y nosotros asustados. Ya van a ver qué pasó. Pecas estaba más asustada que el Chavo del 8 en el capítulo de los espíritus chocarreros. Marcos sudaba, no se imaginaba lo que iba a pasar.
Llegaron a la casa de Castro y la muchacha le mandó un mensaje de texto.  Él salió y ella bajándose del carro le lanzó la caja y agarrando un peluche se lo estampó en la cara.

- ¿Qué pasó mi amor?

- ¡Mi amor nada! Yo no soy un juego.

Castro mirándonos gritó:
- ¿Qué le dijeron?

Ella furiosa le gritó:
- Nada, no me dijeron nada, me entregaron mi libreta, y allí supe todo, ¿tú crees que yo soy una mujer estúpida? con razón, entendí todo de inmediato, ellos no me dijeron nada, tú leíste ese diario, sabías todo de mí, ahora comprendo por qué dijiste tantas cosas, por qué hiciste tantas cosas ¡No es justo lo que hiciste!.

   Ella estaba como en una crisis, hasta se notaba que temblaba de la ira que tenía, Marcos se bajó del auto, Pecas también. Marcos le hace una seña a su amiga para que se acerque a la joven y la tranquilice, Pecas la fue a agarrar por el brazo y Valeria estaba caliente, su piel lucía roja, parecía un volcán con lava y en ese momento Castro se acercó y ella le dio una cachetada.

- Confié en ti, creí en ti.

   Castro estaba molesto y arremetió contra Marcos, si, una pelea que nunca debió ocurrir. Pecas dijo:

- Marcos ¡Ya!

   Cuando se calmaron, Marcos agarró el volante, las muchachas subieron y Marcos llevó a cada joven a su casa.
Cuando la bella muchacha se bajo del carro le preguntó a Marcos:

- ¿Tú también lo leíste?

Marcos se quedó callado.  Ella gritó:

- ¡Contesta!

- Si, lo leí.

Y mirando a Pecas, dijo:

- ¿Y tú lo leíste?

-  No, bueno si, bueno no, sólo la parte del poema a tu mamá y lo que le pasó.

   Ella cerró la puerta del auto.

- Gracias por traerme a casa. Disculpen lo malo.

  Bueno ocurrieron más cosas, pero creo que todos ustedes querían saber si ella recuperaba la libreta, espero no se hayan aburrido con la historia tan larga, tuve que narrarla mejor por acá para tener mejor libertad de escribir.  Tengan cuidado, a veces hay gente que se hace pasar por "amigas o amigos" pero no lo son, averiguan muchas cosas pero luego hacen como Castro y puedes perder la oportunidad de encontrar al amor de tu vida por no tener prudencia al contar tus cosas personales con personas que sólo buscan meterte una zancadilla.


Fin.

22 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Muchas gracias por visitar mi blog y leerme. Un abrazo.

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    2. Al fin la pude terminar, Lili Pequitas. Un abrazo.

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    3. Ay, yo quería que Valeria quedara con Marcos☹️ era lo justo. Pero es que no se supo defender. Cómo la conseguía si no leía el diario? Su error fue dejar que otros lo vieran😕 Bueno con que lo viera Pecas tenía, ya Castro fue lo peor. Esos Castros 😠😤

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  2. Y que paso con Marcos y Valeria,sigue Lili no seas así pobre Marcos

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    1. Bueno a mí también me habría gustado que toda esa pelea no hubiese pasado pero a veces suceden estas cosas por ser imprudentes.

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  3. Gracias Lili por entretenerme por unos minutos! Eres excelente!

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  4. Me encantó, me hizo recordar de una supuesta amiga, que le coqueteaba a mi novio, y le hablaba mal de mi, a mis espaldas.

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    1. Me pasó igual con una supuesta amiga. Creo que a veces debemos aprender a ser prudentes.

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  5. Lili, deja de jartar tequeños y haz que Valeria y Marcos terminen juntos por favor

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    1. jajajajajaja lamentablemente no quedaron juntos, Marcos perdió la oportunidad porque ella llegó a simpatizar con él, pero no confiaba ya debido a lo que sucedió.

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  6. Respuestas
    1. Muy buena la historia, me gustó y entretuvo bastante. Esos finales son buenos. Cada quien saca sus conclusiones. Se volvieron a ver? Estaba ya enamorada, lo perdonará...así es la vida ...

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    2. Ella y Pecas si fueron amigas, pero debido a la situación que pasó con la libreta ella no fue la misma ni con Castro, y tampoco con Marcos.

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  7. Excelente como siempre Lili(Pecas), jajajaja, como que siempre has sido glotona. Pero da más detalles, Marcos volvió a ver a Valeria? se hicieron novios? él tal Castro tuvo lo que se merecía

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    1. jajajajajaja noooo, ojalá las historias tuvieran siempre un final feliz pero allí quedó, Valeria era muy amigable pero lo sucedido le hizo desconfiar ya de Marcos.

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  8. Gracias Lili por seguir el cuento. Aunq comentaron en Twitter, aún quedan interrogantes jejjejeje
    Feliz noche

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  9. Valió la pena esperar el final! Excelente. Gracias por entretenerme.

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    1. Gracias por venir a leerme, un placer saludarte también y haber leído tu comentario, un abrazo.

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