Hay ocasiones en que la gente debe aprender a callar, una de esas ocasiones es cuando un amigo está pasando por una tribulación o prueba, Job (el de la biblia) fue visitado por sus “supuestos amigos” y en vez de traer consuelo a su corazón abatido lo que hicieron fue perturbarle más. Hubo una mujer que le contó a su mejor amiga que estaba en riesgo de perder a su bebé y ésta entre las palabras que utilizó para consolarla le dijo “NO TE PREOCUPES Y SI ESE NIÑO TIENE QUE VENIR AL MUNDO, AMIGA NACE” evidentemente estas no fueron unas palabras sabias para una madre que está en angustia por su bebé, primero esa “amiga” nunca ha estado embarazada como para decirle a su amiga “Tranquila” ni tampoco se imagina el amor que llega a desarrollar una mujer por su bebito al saberlo dentro de su vientre como para que le diga: “Si tiene que venir al mundo nacerá” pues es el anhelo DE TODA MADRE es que su hijo venga al mundo, no que muera, esas palabras en vez de traer paz trajeron más tristeza y lágrimas al corazón de esa madre en espera de su bebé .
Es entonces cuando la gente tiene que aprender a callar, a pensar primero qué va a decir y si nunca has pasado por una situación similar a la que está pasando la persona en cuestión es mejor que te CALLES, no trates de dártela de sabiondo, tampoco trates de hacer reír a alguien que no te lo ha pedido, y menos si sabes que su alma está en angustia, puede que la risa ayude en algunos casos, pero hay ocasiones en las que como amigos debemos aprender a callar y a acompañar las lágrimas de quienes son nuestros amigos, no sea que más bien lastimemos más a las personas que nos están confiando sus problemas, y éstas terminen alejándose de nosotros por imprudentes. Liliana.
"El imprudente y ligero de labios aleja al amigo"
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