viernes, 12 de agosto de 2011

Maternidad y Paternidad Responsable.



“El mundo sufre porque no hay tiempo para los hijos,
no hay tiempo para los esposos,
no hay tiempo para disfrutar la compañía de otros.”
Teresa de Calcuta.
Maternidad y Paternidad Responsable

   Este fue el título de uno de mis proyectos de aula durante el período escolar 2010-2011, lo realicé en el segundo lapso.  Tengo muchas cosas que decir sobre este tema, así que espero que las lágrimas no me traicionen y me permitan escribir algunas cosas que implican algunos sentimientos propios.  Cuando me asignaron este proyecto, dije: “¿Por qué a mí Dios mío?”, la verdad no es un tema que me agradara pues en lo particular no crecí en un hogar con papá y mamá, me crió mi abuela y mi adolescencia no fue nada fácil, en resumidas cuentas no supe el significado de la palabra hogar, era de las que escuchaba la canción de Steven Curtis Chapman “When the loves takes you in” y lloraba porque me sentía identificada, el no crecer con amor, con el abrazo o beso de un padre y una madre pueden marcarte para toda tu vida, así que dije: “¡Fabuloso a revivir algunos traumas!” jajajaja pero no sería la única que los tendría que revivir. Cada año y cada lapso sería un proyecto diferente. En ese lapso resaltamos el valor de la familia, utilicé obras como el “Mío Cid” donde Rodrígo Díaz de Vivar lucha por nuevamente estar con su esposa y sus dos hijas, o también podríamos nombrar “Martín Fierro” una obra que narra las aventuras de un hombre que es engañado por su mujer y sus dos hijos son dejados en el completo abandono donde ves una realidad que ha pasado en muchos hogares, bien sea porque el padre se va con otra o la mujer con otro, en fin, hicimos una obra teatral con el “Mío Cid”, un álbum de dibujos donde debían ilustrar la historia de “Martín Fierro” pero para cierre de proyecto a mí se me ocurrió hacer algo diferente, “¿Qué tal una exposición de arte en todas sus manifestaciones?” me dije, si, con poesía, teatro, pintura, escultura, sonaba fantástico pero no sabía que conllevaría a muchas cosas que quisiera compartirles, tomaré de referencia algunas historias.

   Cuando empecé las exposiciones de arte y comencé a oír los relatos de cada uno de mis estudiantes tragué grueso como quien dice, no quería llorar porque ellos me necesitaban, y necesitaban oír de mí palabras de aliento. Una de las pinturas era de una niña de 4to año, era un hombre y estaba embarazado, a continuación sus palabras:
-         Yo quise hacer una pintura de un hombre embarazado, porque mi padre es el que me crió, no conozco una madre, porque él para mí ha sido padre y madre.

   En ese instante se cayó de mi mente el paradigma que sólo la mujer venezolana es la que sale adelante con sus hijos, hay también hombres venezolanos que se esfuerzan por criar y sacar adelante a sus niños, ella continuó con su relato:

-         Bueno profe, mi padre para mí lo es todo, me enseñó el valor al trabajo, él no pudo estudiar, así que siempre nos dice: “Ustedes deben salir adelante, prepararse, un ser sin estudios es un ser incompleto como dijo Bolívar, así que esa es la herencia que yo les dejo: los estudios”.

   La niña lloraba, creo que al explicar su dibujo recordó la ausencia de su madre, que quería a su madrastra, pero que nadie se igualaba a su padre, un señor que trabaja con un circo desde los 8 años, y que enseñó a sus hijos a ganarse el pan y a que no deben quedarse estancados en la vida.

   La siguiente historia fue la de un estudiante que es el típico echador de broma de la clase, el falta de respeto, el que siempre está buscando llamar la atención, era de 5to año, luego que todos sus compañeros lloraron y contaron sus historias sobre el hogar en que habían nacido, él dijo:

-         “Bueno pendejos yo ya los escuché, ahora me toca hablar a mí, así que ahora no me vayan a interrumpir cuerda de piiiii (grosería)”.

   Yo me imaginé que me dañaría la clase porque no hay nada que él pudiera decir sin groserías, pero me quedé tranquila, sólo dije: “Está bien, todos queremos oír tu historia”.

-         Bueno profesora, yo soy así porque en esta maldita vida nadie me presta atención, yo soy un cero a la izquierda para mi familia, y yo vengo acá a j…(piiiii) porque es el único lugar donde siento que me prestan atención, así sea para regañarme, cuando usted me dije “¡Hola hijo! ¿cómo estás?”, yo siento que no soy transparente, y es por eso que yo j…(piiii) tanto en clase, porque me gusta llamar la atención, porque al llegar a casa me siento muy solo, ustedes no tienen la menor idea de cuánto quisiera un hijo e p…(piiiii) abrazo, así sea por hipocresía o por lastima pero no saben cuánto lo necesito, y es que yo creo que mi mamá es así conmigo porque mi abuela nunca la quiso, quería sólo a mis tíos, a los varones, y ella siendo la única hembra la quería sólo para hacer los oficios, quizás por eso mi madre no sea cariñosa. Sólo nos abrazamos cuando nos vamos a dar el feliz año.

   Se me acaba de hacer un nudo en la garganta de sólo recordar este relato y compartirlo con ustedes, ya para ese momento todos teníamos los ojos aguarapados, y no había terminado de hablar cuando todos sus compañeros se lanzaron sobre él con un abrazo, a lo que él dijo: “Eso era lo que necesitaba desgraciados, por qué tienen que esperar a verlo a uno llorar como un gu…(piiiii)”. Pero luego para mi sorpresa me dijo: “Profesora, mire yo quiero ser sincero con usted, esa pintura no la hice yo, la mandé a hacer, porque cada vez que intentaba dibujar una familia no me salía, me daba rabia, así que esta familia que usted ve dibujada es mi anhelo pero no quiero mentirle, pagué y la mandé a hacer, es el trabajo más difícil que me hayan mandado a hacer porque yo tengo mucho odio en mi corazón y no puedo hacer algo bonito sobre la familia”. Le respondí que entendía pero que tendría que hablar seriamente con él y su mamá. (El final de esta historia con este chico fue bueno y quizás en otra oportunidad pueda compartírselos)

   Bueno seguidamente una de las muchachas de ese mismo salón de 5to año, al exponer su pintura dijo: “Yo lloro, pero no de tristeza, la verdad es que si no hubiese escuchado sus historias no me habría dado cuenta del tesoro que tengo en casa, porque mi padre y mi madre me aman mucho y a veces soy yo la que me quejo por tonterías, esto para mí es más bien una lección que he recibido de ustedes, pues he comprendido que soy afortunada”.

   Otro de los chicos no podía ni hablar, y con lo blanquito que es estaba super colorado pues había llorado oyendo a sus compañeros, el muchacho había dibujado un amanecer, muy hermoso, y en él se veían dos personas contemplando la playa.  Él relató que su madre un día muy temprano lo despertó y le dijo que le tendría un regalo, pues ese regalo era el amanecer y las siguientes palabras: “Eres el regalo más grandioso que Dios me ha dado, tú eres así como este amanecer, y quiero que guardes este momento en tu corazón”.  Yo sonreí, ¡qué hermoso regalo de esa madre!, cuánta envidia de tener una madre tan cariñosa, pero era gratificante oír que también habían historias hermosas en el grupo.

   Entre las esculturas que vi en 4to año, una que capturó mi atención, era un padre viendo la tele con una niña sentada en sus piernas, y la otra estaba en el piso contemplando a su papá y a su hermana, cuando la niña explicó su obra de arte dijo: “Aquí como podemos ver está la preferencia de un padre por una de sus hijas, mientras la otra es puesta a un lado, eso no sería una paternidad responsable porque tener preferencia por un hijo y no darles amor por igual no me parece bien profesora”, me encantó su escultura. Otros hicieron dibujos de la lactancia materna, otros de padres cargando a sus hijos, y hubo una que dibujo a una mujer embarazada y a un hombre besándole la barriga, era hermosa esa pintura, la joven que la hizo me dijo:

-         Profesora yo la verdad no sabía qué dibujar, pero le contaré, mi hermano embarazó a su novia, ambos estaban muy jóvenes, así que mi cuñada con mucho miedo me contó que estaba embarazada y no sabía cómo decírselo a mi hermano, me pidió que estuviera allí cuando ella le diera la noticia, y la reacción de mi hermano fue la que pinté, él se alegró y le besó la barriga, le dijo que él iba a ser responsable de ella y de su bebé y la verdad es que esa imagen me quedó tan hermosa en la mente que la quise dibujar, pues una semana después a mi hermano lo mataron en una balacera que se formó y una bala le llegó.

¿Triste historia verdad?, bien, no había llorado en ninguna de las exposiciones, pero no saldría lisa de ese asunto, ¿quieren saber lo que me sucedió?, bueno, una de las jóvenes Alejandra, (el nombre de ella si puedo usarlo) estaba hablando de su hermosa familia, pero de pronto mencionó a su abuelita…(lo sabía, sabía que se me aguarían los ojos escribiendo esto), ella decía que uno de los recuerdos más hermosos de su familia era su abuela, y comenzó a contarnos sobre su abuelita, y fue cuando yo no pude retener las lágrimas, así como ahora tampoco puedo retenerlas, me habían tocado mi tecla jajajaja, así que les conté sobre mi abuela, ¡Dios mío, la extrañaba con todas mis fuerzas!, ya está bastante anciana, y por problemas familiares ella se había alejado de mí, nunca falta alguien en la familia quien siembre malestar, y por comentarios falsos mi abuelita se había alejado de mí en el sentido de la comunicación, creyendo cosas que no eran ciertas, yo me sentía tan herida, porque ella fue la mamá y el papá que tuve en mi infancia, recordé cuando llegaba al rancho cansada de tanto lavar y planchar pero me traía alguna chuchería (golosina) y me sentaba en sus piernas y me cantaba con tanto amor, el único amor que conocí en mi infancia, los únicos cariños y abrazos fueron los de mi abuelita, entonces me di cuenta que Dios me había bendecido con un ser humano que si me amó, que mi madre y mi padre no estuvieron para mí, pero que me había regalado a una abuela cariñosa, y pues terminó la clase, todos nos secamos las lágrimas, y la verdad es que me fui a casa y en el autobús no pude contener el llanto, no sabía que la extrañara tanto, la vida me tenía tan distraída que me sentí culpable de no atreverme a buscarla.  Pero ¿Saben qué?, Dios me dio una sorpresa, ese mismo sábado en la mañana, mi abuelita estaba tocando la puerta de donde vivo, fue una alegría tan inmensa.

-         Mija la vine a visitar, quizás esta sea mi última visita porque ya estoy muy vieja y esos viajes a la ciudad me matan, le traje estos regalitos y también una disculpa, vengo a disculparme con usted…

   Yo estaba feliz, no había nada que disculpar, estaba inmensamente alegre de tenerla allí.  Como ven mis chamos también son algo así como mi terapia, y ellos dicen lo mismo de mí, que a veces los hacía llorar en clases, pero ciertamente solemos  ser ciegos ante el dolor de los demás, ignoramos lo que en la vida de alguien está sucediendo y por eso quizás esa persona sea como es, no estoy justificando la mala conducta de alguien, pero si me gustaría que cada maestro pudiera abrir un paréntesis para conocer a sus estudiantes, para no sólo llegar al salón de clases a decir lo que el libro y el cronograma de actividades le dicen, sino que pudiera aprender a crear momentos en los que sus estudiantes den un vistazo a la vida.  Las clases no pueden ser un montón de conocimientos sin sentido, sin poder relacionarlo con la vida misma, con nuestras vivencias.  La reflexión con la que quiero cerrar estas líneas es la que me dijeron mis muchachos: “Profe Lili, queremos ser padres y madres responsables, para que nuestros hijos no pasen por lo que nosotros pasamos, no repetir historias que nosotros vivimos en nuestros hogares, donde ellos no tengan amor, sino que cuando realmente queramos disfrutar del sexo sea porque también estaremos dispuestos a disfrutar de la maternidad y paternidad en un hogar conformado, porque no hay sexo seguro y los hijos no pueden ser un error en la vida”.


   La profe Lili.


 “El que es bueno en familia,
es también buen ciudadano.”
Sófocles.









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