“El verdadero huérfano es el que no ha recibido educación.”
Proverbio turco.
Los padres son los primeros maestros
Muchos no hemos tenido la suerte de tener a padre y madre para que nos eduquen en la infancia, y los que los han tenido por lo general han sido padres que están tan ocupados que no toman el tiempo para enseñarles a sus hijos a través de las tareas cotidianas y eventos de la vida las normas básicas del respeto para con el prójimo y el medio ambiente, otros padres tratan de hacer su labor con todo el amor pero no ponen límites, ni hacen llamados de atención por no querer repetir “malos” patrones de crianza, más de una vez he llegado de escuchar de representantes de mis estudiantes: “Es que yo no lo castigo ni jamás le di una nalgada porque yo no quise maltratarlo como hicieron mis padres conmigo”, evidentemente que acá no hablamos de maltratar a un niño, aunque una nalgada jamás mata a nadie, hablo de corregir y enseñar en aquellos momentos donde es necesaria la disciplina.
Al parecer muchos padres han querido delegarle toda la tarea a la Escuela, es irónico cuando exclaman: “¿Eso es lo que te enseñan en tu escuela?” al escuchar a sus hijos decir una grosería, cuando ellos como padres son los primeros en decir palabrotas y barbaridades en casa, ¿cómo la escuela puede mantener la enseñanza que la luz roja del semáforo es para detenerse” si al salir de la escuela su padre se la “come” al llevarlo de vuelta a casa en el carro?, ¿cómo puede la escuela mantener la enseñanza de “cuidemos nuestro medio ambiente y amemos nuestra ciudad” si la madre se come una golosina y arroja la envoltura por la ventana del transporte público?, el niño ve el ejemplo de sus padres, no cabe duda que la primera escuela es el hogar y que los hijos son el reflejo de sus padres.
Hay padres que dicen “¡Mi hijo jamás había robado algo en la escuela, no sé cómo pudo suceder!”, y no se da cuenta que el muchacho ha visto como su papá se ha traído cosas de su oficina por ejemplo. Por cierto les comento algo que me sucedió en el Liceo, uno de mis estudiantes le robó a una de las muchachas sus tickets de transporte (para los que no saben en Venezuela nuestros estudiantes tienen pasaje estudiantil y lo pagan a través de tickets) yo me indigné mucho y nadie salió del salón hasta que aparecieran los tickets, no tenían gran valor, incluso yo le podía dar a la joven el pasaje para que se fuera a su casa, pero para mí era una gran falta lo que había ocurrido, así sea un alfiler nadie tiene que tomar lo que no le pertenece. Descubrí que fueron tres jóvenes, dos de ellos repitieron por cierto, bueno, al día siguiente va la madre de uno de los estudiantes a firmar el acta que se había levantado, yo cometí un error al colocar la palabra robo en vez de hurto, y la madre aunque firmó, al día siguiente fue a reclamarme porque supuestamente se había “asesorado” en la Lopna (LEY ORGANICA PARA LA PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE) y me decía que su hijo no había robado nada que quitara esa palabra, ella tenía razón y coloqué la palabra hurto, pero siguió molesta, entonces yo le dije: “Señora, dígame ¿cómo le llama a lo que su hijo hizo?” me respondió: “Una travesura de muchacho profe, pero no un robo ni un hurto”, yo me molesté mucho, me provocó decirle en ese momento: “Señora usted lo que está es criando y alentando a un futuro malandro si sigue así”, pero respiré hondo, y dejé que hablara la señora pues ella estaba alterada, una de las coordinadoras estaba allí conmigo, yo no sabía si me iba a apoyar en lo que yo iba a decir pero segura le respondí: “Señora, el tomar algo que no le pertenece así sea una aguja o un teléfono celular es igual de grave para mí y tiene el mismo nombre, a eso se le llama hurtar o robar estemos en China o en Venezuela, su hijo no tenía autorización para abrir el bolso de su compañera de estudios y fue una falta de respeto para con ella, yo lo siento pero lo único que voy a cambiar en el acta es la palabra robo por hurto y usted puede ir al ministerio de Educación si quiere, pero yo debo registrar lo que el estudiante hizo y le tenía que notificar, porque hoy pueden ser unos tickets de poco valor pero mañana no sabemos, esto es para que usted lo corrija y no lo deje pasar por alto”, la señora se calmó y aceptó.
Lo que a mí me sorprende es que hayan padres así, ya luego les contaré otro casito que me sucedió con un representante, lo que quiero dar a entender es que si en el hogar no se educa en vano se podrán sostener nuestras enseñanzas de la escuela, porque los hijos en primer lugar copian a sus padres, bien dijo Gustav Mahler: “No hay más que una educación y es, el ejemplo”. Tenemos una sociedad hipócrita que le echa la culpa a los gobernantes, maestros o a las diversas autoridades, pero la realidad es que la raíz de todo comienza en los hogares, pues es ésta la primera escuela de todo hombre y mujer.
La profe Lili.
“Dios, el Señor, creó al hombre para el cielo,
por esto los padres tienen la obligación de
educar a los hijos para el cielo.”
Adolfo Kolping.
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