Con el rabo entre las piernas
Qué risa me das cuando te veo ir,
con el rabo entre las piernas
y sin nada que decir,
venías muy amenazante
rondándome una vez más
creyéndote el dominante
el que iba a triunfar.
Me atacaste por donde no esperaba
con la gente a mi alrededor
los que se sentaron en mi mesa,
allí estaba el traidor.
Chismes y calumnias
ya no hallabas que hacer
para meterme una zancadilla
y verme bajo tus pies.
Riéndote estabas gozoso
cuando me viste llorar
creíste que derribada
yo iba a quedar
olvidando que un amigo
me habría de levantar
Tendiendo su mano tierna,
Mirándome con amor
Llegó a mi rescate mi amigo…
Mi Cristo…mi Salvador.
Aullaste despavorido
enfurecido una vez más,
entiende que el Buen amigo
NUNCA me dejará.
Autora: Liliana Lizcano.
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