martes, 1 de noviembre de 2011

¿Cómo vemos la vida?




“El optimista es una parte de la respuesta.
El pesimista es siempre una parte del problema.”

¿Cómo vemos la vida?

   En cualquier profesión tenemos satisfacciones, rabietas, frustraciones, y recompensas, el día a día está cargado de sonrisas pero la maleta también incluye lágrimas, todo depende de cómo uno vaya asumiendo cada circunstancia. En las dificultades es mejor tener una actitud positiva y serena para poder tomar decisiones acertadas, además que ser optimistas nos ayuda a ver la vida más bonita, en lo particular agradezco a Dios por alejarme de personas que tenían una gran carga pesimista en cuanto a todo, pues no podían ver NADA bueno en el país, todo estaba mal, y la queja era ya parte de su vida cotidiana, no sé ustedes pero es realmente desagradable escuchar a personas que sólo saben quejarse y quejarse, te inyectan un pesimismo terrible que te llega a contrarrestar el ánimo y las motivaciones, al punto que muchos llegan a ver a su país de origen con rabia y deciden irse de allí culpando a un gobierno, cuando TODOS los que somos habitantes de una nación somos responsables de éste, usted y yo somos la materia prima de nuestro país respectivo, así que no culpe sólo a sus gobernantes. Si tú no eres parte de un cambio positivo para tu país entonces eres parte del problema, pero nada ganarás de brazos cruzados lamentándote de todo.

  Quiero compartirles una vieja historia que comparto con mis muchachos cuando las cosas no están de color de rosa.

   Se cuenta la historia de gemelos idénticos: uno lleno de optimismo que a menudo solía decir: ¡Todo está saliendo color de rosas! y el otro, un pesimista triste y sin esperanza que de continuo esperaba que sucediera lo peor.  Los padres preocupados por los gemelos los trajeron a un psicólogo, con la esperanza de que él pudiera ayudarlos a balancear sus personalidades.

   El psicólogo sugirió que en el próximo cumpleaños de los gemelos, los padres los pusieran en habitaciones separadas para abrir sus regalos.

-         Denle al pesimista los mejores regalos que puedan comprar -les dijo el psicólogo- , y al optimista una caja de estiércol.

   Los padres hicieron como se les dijo.

   Cuando miraron a hurtadillas al gemelo pesimista, lo escucharon quejarse:

-         No me gusta el color de este juguete. ¡Apuesto a que este juego se va a romper! No me gusta jugar a este juego. ¡Conozco a alguien que tiene uno mejor que este!

   Atravesando de puntilla el pasillo, los padres miraron a hurtadillas y vieron a su hijo optimista, que con alegría tiraba al aire el estiércol. Se estaba riendo mientras decía:

-  ¡No pueden engañarme! ¡Donde hay tanto estiércol, tiene que haber un caballo!

   ¿Cómo estas mirando la vida hoy? ¿Cómo un accidente que está esperando por suceder, o una bendición a punto de ser recibida?  La gente más feliz no necesariamente tiene lo mejor de todo. Ellos hacen lo mejor de las cosas.

   Les invito a ver la vida con los lentes del optimismo. La profe Lili.



"No que hable porque tenga escasez,
pues he aprendido a contentarme cualquiera
que sea mi situación. Todo lo puedo en
Cristo que me fortalece."
Filipenses 4:11,13.

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