“Con sólo una palabra podemos dejar un eco
para bien o para mal en la vida de nuestro
prójimo, ten cuidado con tus palabras,
son armas para construir o destruir.”
Liliana Lizcano.
El poder de la palabras
Dijo una vez Jesucristo que “de la abundancia del corazón habla la boca”, las palabras que decimos nacen en nuestro corazón, cuando son genuinas y llenas de amor, logran ser medicina, aliento, esperanza, ánimo y sosiego para los oyentes, pero cuando están impregnadas de ira y rabia son misiles que pueden acabar con aún las mejores relaciones personales y hasta familiares. Todos alguna vez vimos los estragos que pudimos ocasionar al decir algo que hubiésemos preferido no decir con rudeza, pero a la final es tarde para recogerlas, precisamente por eso debemos velar por lo que decimos, no prestarnos a repetir cosas poco constructivas, sino más bien que nuestras palabras sean para ayudar, para unir en vez de desunir, palabras para fomentar el respeto y no el irrespeto, evidentemente te tropezarás con gente que se le saldrá la clase y en algún momento te insultaran o te dirán una grosería, pero no te rebajes a su nivel, déjales que muestren su verdadera naturaleza ante los demás.
Rodéate de gente cuyas palabras sean motivadoras, positivas, entusiastas, si te juntas con gente que sólo sabe quejarse y criticar, ten por seguro que esas palabras te envenenarán las ganas de dar lo mejor de ti a tu entorno. Con amor, Liliana.
“El lenguaje es lo más humano que existe.
Es un privilegio del hombre...
Cada palabra lleva consigo una vida,
un estado, un sentimiento.”
Carmen Conde.
Como dirían "tienes la boca llena de razón". Aunque a veces gane el impulso... es necesario no decir todo lo que sentimos cuando esto sea doloroso para ti y para otra persona. Contagiar como diriamos acá la buena onda y buena vibra.... lo sé con mis alumnos también.
ResponderEliminarCada palabra puede cambiar sus vidas!
Abrazo Lili! Que lo estés pasando bien :)
Si amiga, como diría mi abuela "La mejor palabra muchas veces es la que no se dice" se debe tener cuidado con las palabras porque UNA VEZ QUE SON DICHAS...sólo pueden SER PERDONADAS, pero NUNCA OLVIDADAS. Saludos y un abrazo rompe huesos. Lili.
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