“¿Estás bien contigo mismo y con Dios?,
Entonces no importa la crítica injustificada
de otro hacia ti, no cambies porque otro
te lo critique, cambia porque sientes que debes
seguir mejorando y creciendo como ser humano”.
Liliana Lizcano.
La historia del cabello
Mis alumnas suelen agarrar mi cabello y decir: “Profe ¡qué largo tiene el cabello!”, a veces me hago una trenza por el calor que hace en Los Guayos, pero por lo regular lo llevo suelto, una vez mis estudiantes estaban buscándome en el Teatro Municipal de Valencia, había mucha gente y uno de mis estudiantes llamado Emilio dijo: “Ya sé cómo podemos localizarla en la multitud”, otra estudiante le preguntó: ¿Cómo?, a lo que él respondió: “Por el cabello de la profe”, mi cabello es muy abundante así que inmediatamente vieron mi cabeza entre el público jajajaja. Pero no siempre fue así, de pequeña me cortaban el cabello muy corto, y ya en la adolescencia pensé que podría tener mi cabello largo, era algo que deseaba mucho, pero a mi madre no le gustaba, no entendía porque ella de joven tuvo su cabello sumamente largo, por la cintura, el hecho es que pasó la adolescencia y me convertí en una mujer así que por fin podía tener mi cabello largo…pero no, siempre que mi madre me veía con el cabello suelto me decía: “Tienes que cortarte el cabello, lo tienes demasiado largo”, y mi respuesta era: “¡Mamá yo quiero tener el cabello largo, me gusta, además a mí no me molesta mi cabello”, a lo que respondía: “Pero a mí sí me molesta verte con ese mechero tan largo”. Nunca entendí sus explicaciones. En fin, hoy en día ya no vivo con ella, así que puedo tener mi cabello muy largo, me gusta, no me importa si a alguien le gusta o no mi cabello, lo importante es que yo me sienta bien conmigo misma y con mi apariencia. Así que decidí escribirles esto para que no vivan bajo la sombra de otra persona, sean ustedes mismos, encontré en el internet un vídeo y me sentí muy identificada con la historia que este hombre cuenta, me reí mucho, así que quiero compartirles este vídeo, sean ustedes mismos, no importa lo que diga la gente sino lo que Dios diga y piense de ti pues es el único que puede ver tu corazón. Con amor, Liliana.
“Las críticas no son otra cosa que orgullo disimulado.
Un alma sincera para consigo misma nunca se rebajará a la crítica.
La crítica es el cáncer del corazón.”
Teresa de Calcuta.
0 comentarios:
Publicar un comentario