lunes, 4 de diciembre de 2017

El Silencio del Carpintero

El Silencio de un Carpintero
Sentí tu silencio y sentí morir,
miré al cielo y elevé mi sentir,
no hubo respuesta, sólo quietud,
sin poder alcanzarte, sin ver una luz,
y me sentí sin fuerzas llevando acuestas dolor,
grité con desespero y mucho temor,
rodó una lágrima y en el viento llegó
un pensamiento que alivio dejó,
"Yo soy tu maestro,
tú guía,
tu Dios,
quien guarda silencio por puro amor,
mis manos te toman,
mis oídos escuchan,
mis ojos lloran cuando te derrumbas.
Sólo callo cual buen carpintero
que empieza su obra en concentración
lo hace con esmero
ánimo y corazón,
mientras que lloras y gimes,
yo limo asperezas,
cierro heridas,
y coloco las vendas,
luego tomo serrucho y madera
corto a precisión cuando tú menos lo esperas,
quito de tu camino a gente que no busca tu bien,
arranco de raíz lo que no debía ser,
porque te amo como un Padre,
te celo como un esposo,
te cuido como fiel compañero,
para que tú tengas reposo,
tomo martillo y clavos,
y afirmó tu pasión por mí,
soy el que te sostiene,
el que te hace vivir,
en mis manos te llevo
renuevo tu ser
hago todo nuevo
para que puedas crecer."


Autora:  Liliana A. Lizcano.

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