martes, 8 de octubre de 2019

Eres fuerte, eres amor, eres perdón, eres luz

   Las trillizas eran las consentidas de la familia Gutiérrez, Juliana, Julieta y Julia, Julia murió de extraña enfermedad, para Juliana y Julieta fue un impacto, estaban pequeñas aún para entender, y lo asumieron con rabia, pensaban que Julia se había querido ir, cuando les decías trillizas, ellas te corregían diciendo: "somos gemelas, ya Julia se fue", muy molestas respondían eso.  

   Las llevaron al psicólogo, pero no volvieron a ser las mismas, más adelante sucedió el accidente de Ricardo, y sería otro golpe para la familia, estando en coma, Ricardo vivió un hecho que lo marcó, el encuentro con una hermana, pero no era su Julia, era otra niña, que aseguraba ser la hermana mayor. Dijo que él le dijo: "Tengo 3 hermanas", a lo que ella respondió:  "Tienes 4 y yo soy la menor", su nombre era Emily (Ver la narración de esto en "Un extraño don") él regresó a la vida, con más preguntas que respuestas, ¿4 hermanas?, ¿Julia dónde quedaba?, ¿quién era ella?, ¿qué era ese lugar?, muchas interrogantes, que él empezó a buscar, y que sólo a través de los años iría comprendiendo una a una.  

   Lo primero fue cómo pudo ayudar a su madre con el peso de la culpa, del dolor, porque algo que no le dicen a una mujer sobre el aborto, es que deja en ella huellas en el alma, no es algo sencillo de asumir, no es tampoco algo natural, nuestros vientres por naturaleza no aborrecen, sino que protegen, y cuando una niña ha sufrido violación, es un tema bastante doloroso para tocar.  

   Aquel día Ricardo estaba jugando con nosotros en el patio, y Andreina, lavaba algunas de sus prendas.  Estábamos solos, porque la mamá de Andreina iba a llevar unas cosas al papá de Ricardo, al rato, llegó el tío de ellos, que preguntó donde estaban los padres de Ricardo, y él le respondió que no estaban, entonces el hombre se sentó en el patio a mirarnos jugar, de pronto su atención fue para Andreina y le dijo: 

- Andreina, ¿me trae agua mija?.  

   Ella se limpió el jabón de las manos y fue a la cocina, y él tras ella.  Me da dolor contar esto...habría querido saber lo que pasaría, pero jamás pasó por mi mente que alguien en quien se confiara tanto y que se supone debe proteger a su familia, le haga eso a un ser querido.  Me pasaron buscando, y me fui.  Más tarde noté un cambio en todos ellos, ya no eran los mismos de siempre.  Pensé que estaban molestos conmigo, ya no querían jugar, pero la más cambiada era Andreina, ya no reía, ella siempre reía mucho.  Así que un día soñé, en el sueño vi a una niña tocar piano, y me sonreía, me dijo: "Dile a mi tío Ricardo que me proteja". Es curioso porque se parecía mucho a ellos, y le conté a Ricardo lo sucedido, el peló los ojos, Ricardo siempre creyó en mí porque muchos sueños se cumplían y los anotábamos con fecha, y yo le creía a él, era otro rescatista de gatos y perritos como yo, así que bueno, aunque nuestra amistad era buena, él no me había dicho lo que les había pasado, entonces ese día que le conté el sueño me dijo:  

- Tenemos que hablar, Lili, aquel día que mi tío fue a vernos, hizo algo malo. Le dijo a Andreina que fuera a la cocina por agua para él, pero se la llevó a un cuarto, tardaban tanto que cuando fuimos a buscarla, abrimos la puerta y él tenía los pantalones abajo, mi hermana estaba amarrada, y él sujetaba su boca, nos amenazó y no dijimos nada, tuvimos mucho miedo, cuando quiso hacerlo otra vez gritamos todos y tuvimos que contarle a papá y mamá, ahora él está preso, me daba pena decirte esto porque mamá dijo que no hablemos esto con nadie, pero ahora Andreina está embarazada y papá quiere que aborte, mamá está muy mal porque ya tú sabes lo que pasó con Emily, y esto ha traído tristeza. 

- ¿Qué dice Andreina?.  

- Nada.  No habla. 

   Se repitiría la historia del aborto en esa familia. El padre estaba decidido, su rabia era inmensa, pero ese día algo especial sucedió, el padre de Ricardo y Ricardo también, soñaron con una niña tocando piano, que les decía: "Necesito llegar a casa, no me hagan daño".  Ricardo recordó mi sueño, y sintió temor, porque ya antes yo había soñado con cosas y eran como anuncios de cosas por suceder.

    El padre de Ricardo entró en depresión, se sentía mal por no haber podido proteger a su pequeña, la madre también, fueron a la iglesia, buscando quizás una señal, o una palabra, pero nada.  

   Esa noche, le tocaría a Andreina soñar, esta vez no era sólo la niña del piano, sino que estaba en el piano y alguien con mucho brillo estaba junto a la pequeña, se acercó lentamente, y Andreina le reconocío: 

- ¡Julia!, ¡Hermanita!. ¡Hermanita mía!

Ella le respondió: 

- No somos hermanas, más adelante entenderás estas palabras, eres fuerte, eres amor, eres perdón, eres luz. (Y repitió eso tres veces: eres fuerte, eres amor, eres perdón, eres luz) al punto que al despertar Andreina copió estas palabras y al día siguiente se encerró a hacer un mural en su cuarto con estas palabras.  Y si, decidió tener a ese bebé para darlo a alguna familia, aunque en Venezuela el sistema de adopción es bastante engorroso, querían darlo a una persona cercana a ellos que sabía el dolor que habían pasado, la señora no había podido tener hijos, y siempre había anhelado un bebé.  Bueno eso es parte de lo que sucedió en esta familia.  Afortunadamente, fueron muy unidos, la historia de la hija de Andreina es muy linda, si fue dada a esta señora, pero pasaron muchas cosas después que quizás les contaré más adelante, en la actualidad ella vive en U.S.A con su esposo Ben y su hija, ella toca el piano, y ayuda a sus padres en el ministerio de alabanza y adoración en la iglesia que juntos pastorean.  Agradezco tanto conocerlos como familia e inspiración de fuerza, amor, perdón y luz.

Lili.


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