jueves, 24 de octubre de 2019

Mazamorrero

Mazamorrero


   Una vez estando pequeña, mi amigo Ricardo llegó con su guitarra para practicar unas canciones. Nos sentamos en las escaleras del edificio a cantar. En eso bajó un amigo nuestro, Arturo. Con una cara de preocupación tremenda.

- ¿Qué te pasó, Arturo?.

Nos miró serio.

- Me oriné.
Dijo con preocupación.

Yo le dije:
- ¿Cuál es el problema? A todos nos ha pasado alguna vez orinarnos en la cama.

- Si, pero ya tengo once y no fue normal.

- ¿Por qué?. (Le pregunto Ricardo)

- Chamo, es que boté como mazamorra.

Ellos dos se miran pensativos y me ven a mí.

- A mí no me vean, yo no tengo pipí y no sé por qué bota mazamorra, las mujeres botan sangre, mira el lado positivo, no estás mal herido.

   Él se veía preocupado y Ricardo le dice:
- Pa' ve mazamorrero, quizás estás enfermo. Tú te volteas, y Lili, no veas.

Yo di la espalda y me tapé los ojos. Ricardo le dijo:

- Está normal. Deberías decirle a tu mamá.

- No chamo, yo lavé el interior.

  Y allí quedó la cosa. Seguimos en las escaleras cantando y hablando.

  En la noche le cuento a mi mamá todo esto y ella pela esos ojos asustada. Pero como conocía a mis amigos sabía bien que eran muchachos nobles, compinches de infancia pero yo curiosa le pregunté:

- ¿Cómo es un pipí, mamá?.

   Ella en vez de dibujarlo aunque sea como lo dibujan en los baños o hablarme claro, se puso nerviosa. Y contestó:

- Tiene puyas, es corrugado y asusta.

   Sé que ella no estaba preparada para mi pregunta, yo sin papá, ni hermanos pues era natural que en algún momento preguntara.

- Mucho cuidado, Lili.

   En ese momento yo no la entendía pero creí cada palabra que dijo. Me preocupé por mis amigos, y dije dentro de mí: "Menos mal soy niña, tengo totona y no puyas".

   Al día siguiente tuvimos clases de matemáticas, yo sólo veía el cierre del pantalón de mi profe Ángel mientras que explicaba. 

Él se percató y me llamó:
- ¿Por qué me mira así espantada?.

- ¡Ay profe!, mi mamá me dijo hoy lo de las puyas que ustedes tienen en el pipí. Y me preocupa Arturo que dice que está enfermo con mazamorrero.

   El profe Ángel soltó una risa y dijo:
- Hablaré con Evelio para que explique varias cosas en biología. 

   Llamó al profe Evelio y nos miraban riendo. Al día siguiente el profesor Evelio llevó unos muñecos de porcelana, varón y hembra y nos enseñó las partes del pene y la vagina.

   Arturo preguntó sobre la mazamorra y el profe explicó lo de la eyaculación en el hombre y los sueños húmedos.

  Sin embargo quedó como broma de humor cuando recordamos eso, llamarle: "Mazamorrero".

Fin.

Lili.

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