sábado, 5 de octubre de 2019

Un extraño don

   En la escuela tuve un amigo llamado Ricardo, creo que varios conocen esa historia de cómo enfrentamos a un bravucón. Él tenía tres hermanas, Andreina (la de la historia del zamuro) y las morochas, Ricardo siempre fue muy callado luego de un accidente que tuvo.

   Todo el mundo oraba para que él se salvara, pero le habían advertido a la familia que no era seguro que viviera, había entrado en coma. Yo me sentía muy triste, porque era mi gran amigo en la escuela. Pero Ricardo se salvó, volvió en sí milagrosamente. Sin embargo no hablaba.  Y no porque no pudiera, sino porque estaba como impactado y no sabía expresar lo que había visto estando en coma. 

   El médico le dijo a la mamá que le permitiera en casa las visitas, así que me pidió a mí y a otros dos amigos más de la escuela que fuéramos. Fui muy contenta.  Al verlo lo abrazamos, todos fuimos al patio, sus hermanas trajeron la pelota para jugar pero él me dijo: "Necesito contarte algo". Nos sentamos a parte, y me dijo:

- Lili, hay un lugar muy bonito del que no quería regresar.

Mi pregunta inmediata fue:

- ¿Viste a Dios?.

Él respondió:

- Yo quería avanzar más porque vi a mi abuela saludando pero una niña corrió hacia mí y me dijo:

- No avances más hermanito.

- ¿Quién eres?.

- Soy tu hermana Emily. Mi misión debes llevarla tú.

- Pero yo sólo tengo tres hermanas.

- No, tienes cuatro, yo habría sido tu hermana mayor.

- ¿Y qué pasó?.

- ¿Pregunta a mamá?. Y dile que la perdoné, que abuelita ya sabe todo, pero que ya no llore más por mí. No avances más o no podrás regresar.

   Y allí, según Ricardo, terminó aquella conversación. Abriendo sus ojos.

   Fue un asombro para todos que viviera. Un milagro.

Entonces le pregunté:

- ¿Ya le contaste a tu mamá?.

- No.

- Deberías.

Y yo de "salida" grité:

- Señoraaaaa.

(Con mi manito hice señas para que viniera)

Ella se sentó con nosotros.

- Dile Ricardo.

- ¿Qué cosa me vas a decir, hijo?.

- Mamá, ¿Quién es Emily?, ¿Era mi hermana mayor?.

Ella sorprendida pregunta:

- ¿Cómo supiste de Emily?.

- La vi mamá, vi a una niñita, mi abuela estaba también en ese lugar.

   La señora se fue llorando y Ricardo tras ella. Yo me fui a mi casa.
A los días Ricardo me contó que su mamá había tenido un embarazo muy joven antes de casarse con su papá, cuando supo se emocionó, y pensó en el nombre: Emily, pero al contarle a su novio, él le dijo que no quería, ni se haría cargo de ningún bebé. Ella siendo tan joven se sintió muy mal, tuvo miedo, vergüenza y una amiga le habló del aborto. Y así lo hizo, nadie había sabido de eso, ni siquiera del nombre que había pensado para Emily. Vivió atormentada, cada año que pasaba decía: tal vez tendría tal edad en este momento. 

Ricardo le dijo: 

- Mamá, Emily te perdonó, tú debes perdonarte, ya la abuela lo sabe, ahora yo lo sé, debes ser libre de ese dolor.

   Y así fue como Ricardo inicio un ministerio de sanidad, mucha gente nos llegaba a decir "Médiums" a mí por los sueños y a él por ayudar a gente en duelos. 

   Siempre nos invitaban a velorios a cantar y él siempre tenía algo que decir con su don, de discernimiento y consuelo a las personas.

Fin.

Lili.

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