lunes, 21 de octubre de 2019

Se fue la luz

Se fue la luz

(Perdón por las palabras fuertes pero si no les cuento cómo fue, no van a entenderme)

  Cuando yo era niña y se iba la luz, todos se sentaban en la sala o nos íbamos al patio y mi abuela en el medio contaba historias. Pero a mí no me gustaban esos cuentos de terror. Me asustaban. Cuando gritaban: "¡Se fue la luz!" Sabía que vendrían los cuentos en los que todos reían pero yo me asustaba.

   Y se reían mucho con una historia de un muerto y yo en mi inocencia de cinco años suplicaba que no contaran ese cuento.
El muerto no tenía cabeza y yo pregunté:

- ¿Y qué le pasó?.

Mi abuela sonriente dijo:

- Es que ese muerto tenía en vez de cabeza un culo y fumaba pipa.
Se podrán imaginar el impacto de esa imagen (no se rían), bueno, entonces yo preguntaba más y todos se reían:

- Abuelita ¿Y cómo fumaba pipa sin boca?.

- Pues por la jeta del culo.

   Y mis tíos muertos de la risa, pero eso para mí era de terror. Y ella seguía:

- Cuando se tiraba un peo, la pipa soltaba más humo.

   Bueno eso eran risas y risas, pero a mí me daba tanto terror ese cuento que había un señor que fumaba pipa en el vecindario y yo cuando lo veía me aterraba y me escondía detrás de mi abuela o mis tías. Este señor un día me saludó y yo le respondí asustada:

- ¿Usted es el hijo del que fumaba pipa por el culo?.

   Ese señor me miró feo, y no respondió, yo en mi inocencia interpreté eso como que si era hijo del fantasma y pensé: "Descubrí tu secreto oculto, malvado".

Fin.

Lili.

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